Corrupción y desuso causaron la muerte del petro, la criptomoneda de Maduro
La existencia del petro, la criptomoneda que lanzó Nicolás Maduro en 2017, llegará a su fin este lunes 15 de enero.
El sistema patria ha anunciado que cerrará los monederos y billeteras en criptomonedas, suscribe reporte de AFP citado por El Nacional.
Cuando lanzó la criptomoneda venezolana en 2017, Maduro dijo que estaría respaldadas por las reservas petroleras y recursos minerales, para sortear las sanciones estadounidenses. El mandatario prometió que el petro sería la solución para nuevas formas de financiamiento internacional.
¿Para qué se usaba el petro?
El uso del petro siempre fue escaso y, aunque Maduro al principio calificó la iniciativa como un éxito, estuvo básicamente restringida a operaciones con el Estado, como el pago de impuestos.
Más que como una criptomoneda, el petro funcionó en la práctica como una referencia de valor en medio de la crónica inflación y la constante depreciación del bolívar.
Las multas de tránsito, por ejemplo, se establecían en petros, aunque no podían pagarse en criptos; y el gobierno obligó a los bancos a presentar saldos en bolívares y petros.
En la Plataforma Patria, los usuarios recibían transferencias en petros y podían canjearlos a bolívares a través de un sistema de subastas, el único disponible.
Maduro llegó a anunciar el anclaje de los sueldos a la cripto estatal. Pero esa promesa nunca se cumplió y el salario mínimo en la actualidad apenas sobrepasa el equivalente a 3 dólares mensuales.
Más allá del poco uso del petro, lo que impulsó su sepultura fue la trama de corrupción develada en marzo pasado, en Pdvsa y Sunacrip.
«Muere oficialmente el petro (PTR)», publicó el miércoles pasado en la red social X la plataforma privada de criptoactivos CryptoLand Venezuela. «La junta reestructuradora de la Sunacrip (la estatal Superintendencia Nacional de Criptoactivos) decide apagar definitivamente lo poco que quedaba de este ecosistema».
La Sunacrip quedó bajo el control de una junta reestructuradora tras el arresto de su superintendente Joselit Ramírez, y del jefe de operaciones de minería digital de la institución, Rajiv Mosqueda, por denuncias de irregularidades con fondos de operaciones petroleras realizadas con criptoactivos.
La sede de la Sunacrip fue cerrada tras la detención de Ramírez.