Bukele vs el chavismo
El Salvador no tiene ni 1% de las riquezas naturales con las que cuenta Venezuela y está viviendo su era dorada. Venezuela no tiene ni el 1% de la voluntad política con que cuenta el gobierno de El Salvador para hacerla próspera y padece su oscurantismo.
Por si fuera poco, en comparación, Bukele prioriza el pragmatismo político, asumiendo riesgos y costos, pero con la finalidad de vencer las problemáticas reales de su país, la delincuencia en todos sus espectros, la corrupción y las instituciones inoperantes. Ello le ha permitido experimentar una metamorfosis total y en solo 2 años El Salvador es una de las naciones más seguras del planeta, con un crecimiento económico que en poco tiempo puede convertirla en una nación rica.
Por otro lado, Venezuela. El chavismo es enteramente ideológico, priorizando por encima de cualquier otro interés sus objetivos políticos, desde luego, a favor de su casta política. Ello ha conllevado que los problemas históricos del país hayan empeorado a la enésima potencia y se haya creado otros muchísimos peores. En 24 años de chavismo, la nación está devastada y lidera las peores estadísticas globales como corrupción, éxodo, desinversión, inseguridad, reducción de libertades, entre otros.
Todo esto explica, sin oportunidad a la duda, que lo que ocurre en Venezuela es premeditado. Por eso el chavismo abrió las puertas de par en par al castrismo cubano, a fin que este aportara sus primitivos mecanismos de retención del poder, entre los que destaca el debilitamiento social, es decir, propagación de la pobreza, y la violencia institucionalizada, tanto por organismos oficiales como extraoficiales como los colectivos armados y demás hierbas.
¿Por qué Chávez no quiso o supo desarrollar integralmente la nación? Es una respuesta que él se llevó a la tumba, sin embargo, la toxicidad ideológica es evidente, factores externos como los Castro y el trasnocho de algunos de sus círculos cercanos criollos, hicieron se perdiera una oportunidad irrepetible para desarrollar correctamente a Venezuela, en lugar de ello, se exacerbaron sus patologías tradicionales, entre ellas, la petróleo dependencia, el Estado paternalista y se volvió implementar el centralismo ultroso.
¿Por qué lo ideológico? Porque las ideologías permiten amalgamar masas, son un barbitúrico que merma la razón y desenfrena las pasiones. No es casualidad que las naciones con mejores estándares de calidad de vida su política se ha alejado de las infecciones ideológicas, aunque se continúan llamando partidos o líderes de “izquierda o derecha” es solo una nomenclatura, en la praxis atienden las necesidades reales de la nación bajo la lupa de los resultados. Los países nórdicos dictan cátedra en ello.
Caso contrario, las naciones arrastradas a la afición ideológica, como Venezuela, Cuba, Nicaragua, entre otras, la calidad de vida es en extremo endeble, los derechos/libertades merman diariamente y la brecha social, entre una elite milmillonaria con todos los privilegios y prerrogativas, se ensancha a una inmensa mayoría oprimida, en sobrevivencia indigna.
El Salvador es digno ejemplo de lo positivo, en cuanto demuestra que lo único requerido por una nación es voluntad política para superar sus debilidades, es más importante que los recursos con que pueda contar, mucho más hoy día cuando el mundo está al alcance de la mano. El oscurantismo que opaca a Venezuela desde 1999 no es fortuito ni accidental, mantener este infinitamente rico país en las precarias condiciones que padece desde la arribada del Siglo XXI es mucho más difícil que hacerla próspera y pujante. @leandrotango