Sobre los cambios necesarios
Si algo de provecho puede resultar del más reciente desaguisado en cabeza de la ya impresentable Asamblea Nacional de 2015, ello sería la pública certificación de su inutilidad como instrumento político de liberación nacional, habiéndose constituido en otro cómplice necesario del sistema socialista dominante.
Porque no es cualquier cosa desaprovechar sin atenuantes la más valiosa herramienta para el restablecimiento de la democracia venezolana desde el 11 de abril de 2002, para terminar eliminando incluso la ¨Presidencia Encargada¨, como si fuera posible enmendar una Carta Magna por la sola voluntad de un conciliábulo, aun cuando se trate de una Constitución con legitimidad dudosa. A todo evento, de ese Parlamento Nacional no hay nada que salvar, pero sí mucho que aprender.
Aprender sobre la inviabilidad de una clase política heredera viciosa de la partidocracia, precursora ésta de la decadencia nacional iniciada el 1º de enero de 1976 con la estatización del negocio petrolero, facilitadora del ascenso socialista el 6 de diciembre de 1998, y protagonista insigne de la traición continuada que desde el 11 de abril de 2002 tiene como víctima a la Venezuela democrática siempre mayoritaria, siempre derrotada.
Esto no debe continuar, el genocidio vigente debe cesar y ello solo será posible eligiendo en la Primaria de la Oposición a esa nueva jefatura política para el movimiento democrático criollo, una jefatura patriota y plenamente anti socialista, en capacidad y disposición de pagar el precio exigido por la libertad en ésta la República de Venezuela ¡Ni Un Paso Atrás! Oración y trabajo.