El miedo ante el voto de la diáspora
Muy evidente por parte de la falsa oposición, esa que no puede simular su rechazo visceral ante cualquier posibilidad de voto para una emigración venezolana en capacidad real de participar en las pautadas primarias.
A la fecha presente no se atreven a manifestar públicamente tal negativa. De momento les basta con hacer mutis ante el justo reclamo del sector patriota dispuesto a participar siempre que se cumplan elementales condiciones comiciales, suficientes como para convalidar un evento electoral de tal magnitud, entre las que destaca el respeto al sufragio como derecho constitucional para todo venezolano mayor de edad, civilmente habilitado.
Es del todo comprensible que la falsa oposición, sector mayoritario entre la dirigencia demócrata venezolana, exhiba nuevamente cómo es que las dádivas, beneficios y prebendas vergonzosamente obtenidas de manos del socialismo dominante, constituyen desde el 11 de abril de 2002 su único desiderátum, y si para ello fuera menester estropear el proceso de primarias indudablemente lo hará.
Porque el fundamento de esa aversión descansa en el antisocialismo militante de por lo menos el 95% de la migración criolla registrada a partir del año 2014; lógica postura política garantía de un apoyo electoral inconmensurable para quien alcance a representar la candidatura de mayor contraste en relación al sistema político dominante integrado por el socialismo y la falsa oposición, único responsable de ese exilio forzado por la amenaza de muerte a través del hambre, la enfermedad y el hampa acá reinante, herramientas ciertas del genocidio en curso .
¡Viva la República de Venezuela! Oración y trabajo.