Una dirigencia arrodillada y entregada
Ni más ni menos. Así se encuentra el actual liderazgo del movimiento democrático nacional de cara al socialismo dominante en la República de Venezuela. Esa misma dirigencia que promovió al Ing. Juan Guaidó como Presidente Encargado, determinando su nefasta gestión, y sosteniéndole en el ejercicio de otra usurpación. Nos referimos obviamente a la falsa oposición.
Se entiende que es una situación política del todo indeseable para una dirigencia que pretendía continuar su historia sin fin simulando oposición frente a un sistema político absolutista que desde hace mucho abandonó la democracia.
Como resulta imposible engañar a todo el mundo en todo momento es ya evidente la inutilidad de esa oposición oficial como el referente válido para liderar un restablecimiento de la democracia en Venezuela. Igualmente inútil ese intento de algunos analistas interesados o bien de aquellos periodistas tarifados empeñados como están en comparar la tratativa que dio lugar al Pacto de Punto Fijo con el vigente genocidio en suelo patrio. Porque más allá del insulto implícito en tal pretensión – autoría de la falsa oposición – subyace la negación a calificar públicamente la naturaleza delictiva del sistema político dominante, algo que les condena a permanecer ad infinitum en su rol de falsos opositores, y lo que es peor, a nosotros como República en proceso de extinción.
Si nos detenemos en comparaciones históricas fundadas bien vale mencionar el notorio parangón de la debacle partidocrática formalizada el domingo 06 de diciembre de 1998 con la ruina de esta falsa oposición presta a oficializarse en la Primaria de la Oposición.
Porque la naturaleza humana es sabia per se y encuentra maneras de procurarse supervivencia. Así entonces la Francia de 1941 engendró a su General De Gaulle, dispuesto y en capacidad de guiarla a través del tortuoso camino hacia la libertad, haciendo oídos sordos ante aquellos agoreros más dedicados a potenciar la adversidad inherente a toda gesta por sobre la necesidad existencial de emprenderla. Igualmente, la República de Venezuela testificará muy pronto la irrupción de un liderazgo patriota muy ajeno a esa clase política decadente, responsable del ascenso socialista y también de su perpetuación. Prohibido Olvidar. Oración y trabajo.