Marine estadounidense Matthew Heath cuenta que su intento de suicidio fue una estratagema
El marine estadounidense Matthew Heath estuvo preso dos años en la sede de la Dgcim en Caracas, fue torturado y amenazado, pero hace unas semanas su libertad fue canjeada junto a otros 6 estadounidenses más por el indulto otorgado a los sobrinos de Cilia Flores.En entrevista concedida a El Nuevo Herald, Heath explicó que en junio se le ocurrió un plan para escandalizar a los venezolanos y exigir la reanudación del interés de EEUU sobre su caso.
Según el reporte, pateó una tubería de la poceta de su celda y con eso rompió un fragmento de porcelana de la taza del inodoro. Se cortó a lo largo de su brazo izquierdo y dejó correr la sangre. “Sabía que si no me cortaba una arteria, pero si sangraba mucho, se vería mal, pero mi vida en realidad no estaría en peligro”, dijo.
Tras el aparente intento de suicidio, lo llevaron rápidamente al hospital, le dieron acceso a un teléfono y provocó que el enviado especial de EEUU para asuntos de rehenes, Roger Carstens, viajara a Caracas para suplicar su liberación humanitaria.
Meses más tarde, el 1 de octubre a las 6:00 a.m. le dijeron que volvería a casa. Él pensó que era mentira hasta que arribó el avión.
“Fue emotivo, fue como tomado de una película. Fue este procedimiento complejo exactamente cómo se suponía que iba a ser el intercambio de prisioneros. Tuvimos que confirmar que estábamos en el avión y que, básicamente, nadie le estaba mintiendo a nadie”, aseguró.
Carstens abordó el avión para confirmar sus identidades antes de que los dos sobrinos de la esposa de Maduro fueran bajados de un avión estadounidense y escoltados a un avión venezolano. Luego siguieron los estadounidenses, bajo órdenes estrictas. Su avión llegó a una base militar estadounidense en San Antonio a última hora de la tarde.
La familia de Heath lo recibió en un hospital allí al día siguiente, su cabello ahora era largo y gris. Su madre y su tía se quedaron sin palabras cuando lo abrazaron por primera vez en años.