Un gobierno en el exilio para Venezuela
Es un escenario más cercano de lo que parecería a simple vista, habida cuenta la vigente hipótesis de elecciones primarias para seleccionar un líder opositor al régimen de facto socialista y genocida que domina a Venezuela desde el 11 de abril de 2002. Veamos.
Resulta que la posible celebración de esas primarias implica que el ganador obtendría una legitimidad democrática indiscutible para ejecutar el mandato popular otorgado el domingo 16 de julio del año 2017, acertadamente resumido en la frase: Cese de la Usurpación, Gobierno de Transición y Elecciones Libres. Desde aquel entonces el pueblo venezolano anhela una dirigencia política en capacidad de hacer realidad tal mandato, prueba de ello fue la tratativa fallida del llamado ¨Interinato¨.
Porque ciertamente la ejecución exitosa de un mandato de tal naturaleza cuando toca confrontar a un sistema político asesino como el socialismo cuando ejerce el poder, es tarea harto compleja que no por ello imposible.
Visto que en la República de Venezuela se han cumplido todas y cada una de las condiciones para iniciar la Resistencia a la Opresión conforme al 2243 del Catecismo de la Iglesia Católica, a saber: 1) en caso de violaciones ciertas, graves y prolongadas de los derechos fundamentales; 2) después de haber agotado todos los otros recursos; 3) sin provocar desórdenes peores; 4) que haya esperanza fundada de éxito; 5) si es imposible prever razonablemente soluciones mejores; y considerando que tal tratativa es actualmente nugatoria desde suelo patrio si entendemos que el régimen de facto ejerce un total control sobre el Poder Público, la alternativa de un gobierno en el exilio para Venezuela resulta por demás pertinente.
Lo anterior se fundamenta en la repulsión que inspira el régimen de facto socialista y genocida acá dominante, frente a la comunidad democrática de naciones, considerada como fuere su naturaleza esencialmente delictiva. De allí que el reconocimiento internacional para un gobierno en el exilio de la República de Venezuela es una política del todo viable.
Si entendemos que el Derecho Internacional Público reconoce que los gobiernos en el exilio pueden realizar actos administrativos para la conducción de sus asuntos, entre los que destacan: Hacerse parte en un tratado bilateral o internacional, la enmienda o revisión de su propia Constitución e incluso el mantenimiento de fuerzas militares, es plausible considerar la conformación de un gobierno en el exilio a partir de esas primarias. El presente genocidio debe terminar
¡Viva la República de Venezuela! Oración y trabajo.