Voto venezolano en el exterior
Mollejúa preocupación tenemos de que el voto de nuestros compatriotas en el exterior no se esté tratando con la debida atención. Estas líneas pretenden cooperar en que a este asunto se le dé la transcendental importancia que reviste.
La ley orgánica de procesos electorales de Venezuela indica en su artículo 124 que “Sólo podrán sufragar en el exterior los electores y las electoras que posean residencia o cualquier otro régimen que denote legalidad de permanencia fuera de Venezuela”. Por otro lado, se pone en la mesa la dificultad de no tener embajadas en muchos de los países que le han dicho “fú” a Maduro y eso impide el ejercicio del voto de nuestros paisanos afuera.
Por su parte la Constitución es bastante amplia “El sufragio es un derecho. Se ejercerá mediante votaciones libres, universales, directas y secretas”; “son electores y electoras todos los venezolanos y venezolanas que hayan cumplido 18 años”.
No hay duda que la idea de los legisladores fue siempre que los venezolanos, estuviesen o no en Venezuela, pudiesen votar y así opinar sobre el destino de su Patria, sin embargo, estamos oyendo con repetida intensidad, a personeros del gobierno pirata e inmoral que tenemos, pero, además, hasta en algunos voceros de la oposición, que el voto de los venezolanos afuera va a ser difícil, pues la gran mayoría no tiene la residencia y además no hay embajadas.
Con mucha consideración a los voceros de oposición, que se muestran casi derrotados en el tema del voto de venezolanos en el exterior, les decimos que están pelando bolas y que lo que corresponde es empuñar la bandera de la lucha para que todos participen.
¿Cómo carajo vamos a aceptar esa ley orgánica que dice que los que no tengan residencia en el otro país no puedan votar? ¿Acaso los que hicieron esa ley se imaginaron alguna vez que este régimen criminal iba a hacer la atrocidad de empujar a seis millones de compatriotas a irse por que no podían ni comer? Esa ley se hizo para un país normal, pero este éxodo de seis millones de personas revienta a cualquier racionalidad pasada. Ese artículo de la ley debe quemarse y tirarlo a la basura porque es ridículo, idiota e inaplicable en estas circunstancias y lo que hay que hacer es ver como inventamos alguna vaina para que esa enorme cantidad de paisanos, residentes o no, puedan votar.
Y no hay excusa posible. Tenemos las suficientes herramientas de tecnología moderna de comunicación para resolver este problema. Que cualquier venezolano pueda votar, no importa donde esté, es algo realmente fácil, pero si el régimen rojito no lo quiere hacer hay que forzarlo a que lo haga.
Y no se trata solo de un asunto moral y de justicia. Este régimen obligó a millones a abandonar su patria y, por ello, debe facilitar, al menos, su derecho a opinar mediante el voto, pero además se trata de un asunto cuantitativo. De los seis millones de la diáspora hay cuatro millones de votos, de seguro, en contra de Maduro y esos votos nos harían ganar de “rabo alzao” la presidencia en 2024.
La oposición entera debe cerrar filas en torno al voto venezolano en el exterior. Presionar al CNE a buscar un mecanismo tecnológico y asegurar que todos puedan inscribirse desde lejos y votar desde lejos. Tienen que enmendar el artículo 124 de alguna manera pues es absurdo e inaplicable en las especiales circunstancias creadas por la diáspora.
El CNE tiene alguna vez ser imparcial pues esa es la naturaleza de un árbitro. Debe facilitar el voto en el exterior, pero también debe, además, abrir el registro electoral cuanto antes, pues tenemos más de dos millones de ciudadanos esperando inscribirse y, también, solucionar esa manzana envenenada que poco a poco han ido creando al poner al 14% de nuestros electores de oposición a votar en lugares absurdamente lejanos a su residencia.
Una tarea principal de la oposición es la de luchar por las condiciones electorales transparentes, pero, además, no olvidar de asegurar el voto en el exterior, abrir el registro para que ocurran nuevos inscritos aquí y afuera y rectificar ese asunto tramposo de los lejanos al centro de votación. Con eso afianzamos aún más el triunfo y así sacar para siempre al atarantado super bigote y su combo.
Y lo vamos a hacer. Viva Venezuela