Tips para recuperar la democracia
Aunque a muchos no les guste, en la denominada “cuarta república” Venezuela sí contaba con democracia. Mala, exigua, imperfecta, pero era democracia, para serlo no tiene que ser perfecta, basta que sea perfectible. En contraparte, hoy que nos encontramos con una kakistocracia ¿Cómo mejorar lo presente? Es imposible, amerita una sustitución de raíz.
El principal error de la democracia venezolana fue hacerla dependiente de los partidos políticos y no de la institucionalidad. Estas organizaciones se adueñaron del país entre fechorías encubiertas y cuotas de poder. AD y Copei llegaron a tener gran sinergia, pero las demás organizaciones también participaron en el botín en mayor o menor escala.
El primer paso para rescatar nuestra democracia es evitar sean las organizaciones políticas quienes protagonicen las acciones. Debe ser la sociedad civil pues, ¿cómo pretender que los responsables de la gran tragedia nacional sean a su vez los solucionadores? Es irracional, sobre todo porque el nivel de complicidad entre las cúpulas partidistas y el régimen es inocultable.
Lo segundo, justamente, la sociedad civil nos ha dado una gran lección, concretamente los educadores. Su lucha de calle, la presión social ejercida las ultimas semanas contra el régimen (la Onapre) rindió nuevamente sus frutos, el chavismo fue vencido debiendo echar para atrás una decisión ejecutiva. Gracias a ello, el sector de la enseñanza nacional logró el cobro de sus bonos. A través de presuntos diálogos jamás lo hubiesen logrado.
En tercer lugar, ya es una ridícula complicidad continuar aplicando mismas vetustas fórmulas contra el régimen que arrojan mismos terribles resultados. No más diálogos de partidos con el régimen, no más elecciones en condiciones cada vez más absurdas, las elecciones sin condiciones regidas por la ley fue la puerta de entrada para la desgracia que hoy es el país.
En cuarto lugar, la agenda. Es imposible pretender rescatar la democracia siguiendo al pie de la letra todos los escenarios que propone el régimen. Los ciudadanos han dado grandes lecciones al no acudir a las urnas electorales en los últimos procesos electorales desde 2017, en rechazo a instituciones psuvizadas y contra las cúpulas partidistas. Lo relevante es que no seguir la agenda del régimen sirvió para ilegalizarlo e ilegitimarlo internacionalmente.
En quinto lugar, el liderazgo útil a la nación debe tener posturas muy claras, muy firmes, pues no se puede ser democrático con quien no lo es. Debe amalgamar a todo el país en acciones conjuntas. Los partidos políticos solo velan por los intereses de sus cúpulas. De este modo, de la diversidad de la nación, que es muy profunda, deben emerger estos líderes llamados a encarar la lucha por nuestra segunda independencia.
Cuando estamos en agosto de 2022 la libertad para Venezuela luce más lejos que nunca, los partidos políticos han obsequiado más de 2 años de paz al régimen, para colmo de males, para luego asistir a otra elección con instituciones dominadas por el chavismo, por demás, con el disfrute discrecional de todos los recursos y armas de la república.
No es casualidad. Cuando el chavismo atraviesa su peor momento histórico, en términos de repudio, las cúpulas partidistas dizque opositoras se cruzaron de brazos, tras cuotas de poder y los recursos de campañas electorales, en lugar de, por ejemplo, hacer lo que la sociedad civil hace diariamente, enfrentar al régimen cara a cara.
Una vez más insistimos, la solución a nuestros males, la conquista de nuestra segunda independencia debe ser protagonizada por la sociedad civil. Mientras sean las cúpulas partidistas, como el innombrable G4, todo seguirá en la senda de empeoramiento del país.
@leandrotango