Oposición, ¿y tu agenda propia?
Es muy difícil salir adelante cuando la oposición venezolana no cuenta con una agenda propia, viéndose sometida a una agenda impuesta por el régimen chavista. En consecuencia, es sumamente importante los venezolanos podamos contar de una oposición real que transite un camino propio en aras del rescate de nuestra nación.
No es sencillo pero los resultados bien valen la pena. No olvidemos cuando el régimen afronta escenarios preestablecidos por él siempre se ve acorralado y obligado a negociaciones un poco más profundas, sin embargo estos encuentros a la postre han sido traicionados por una dirigencia “dósil” a las pretensiones del castrismo venezolano
Posterior a cada crisis donde el chavismo se ha visto seriamente comprometido, han seguido presuntos diálogos y elecciones, por desgracia, estos han favorecido con carácter de exclusividad a los rojos, en detrimento de los venezolanos. Las elecciones consumadas después de cada diálogo han sido sumergidas en un oscurantismo que solo genera lúgubres resultados a la nación.
Hoy el camino no es distinto, observamos cómo el régimen continúa aplicando mismas fórmulas en virtud de sus excelentes resultados, ha edificado una falsa oposición a su medida que secunda todos estos escenarios milimétricamente definidos. La oposición reconocida, la de Juan Guaidó, se ha visto imposibilitada para evitar estos falsos eventos se consuman, fingiendo una normalidad institucional falsa, maligna.
Venezuela se encuentra en su peor momento histórico, con una población que difícilmente puede sobrevivir. Unos pocos gozan de lujos y comodidades, los ligados a los denominados los enchufados, otros tantos de hacen de tripas corazones de las remesas enviadas por los familiares en el exterior y la mayoría afronta la crisis reinventándose diariamente… esa es nuestra dura realidad.
Por otro lado, el deterioro de nuestra calidad de vida se acelera, por todos es conocido el cada vez más aprisa deterioro de nuestra calidad de vida, los problemas tradicionales arrastrados de la cuarta República se han agravado a la enésima potencia y, por sí fuera poco, el chavismo ha creado nuevas patologías políticas y sociales muchísimo más dantescas. Cuando se supone la presión social debiera estar en su máximo histórico, se ha visto reducida a la fuerza y por complicidad de los actores políticos hasta casi su extinción, solo unos pocos aún desafían al régimen en el único escenario dónde se ha podido doblegar: en la presión social, entre ellos nuestros maltratados jubilados y pensionados.
De este modo, es absolutamente desfachatado creer en una dirigencia política que se presta para repetir una y otra vez para los mismos escenarios que propone el régimen prefabricadamente, es burlista crear expectativas en diálogos cuando el chavismo hoy día no tiene nada qué perder a lo interno del país y burla las sanciones internacionales. En pleno control de las armas, recursos e instituciones del Estado, no cederá ni cambiará su modus operandi, continuará imponiendo el castrismo.
Para que el chavismo ceda debe sentir la presión interna y externa, en 2002, en 2014 y 2017 fue doblegado, pero, repetimos, Venezuela fue traicionada en furtivas negociaciones (diálogos) a la que sucumbieron sus dirigentes aceptando elecciones en condiciones absurdas, ridículas.
Conclusión, la oposición venezolana requerida pasa en primer lugar por un proceso de relegitimación verdadero al margen de instituciones psuvizadas y de colaboracionistas. Luego, comenzar la construcción de un liderazgo que escape a las fórmulas prefabricadas del chavismo e imponga una agenda propia tendente a constitucionalizar y redemocratizar la nación.
@leandrotango