José Urbina: Hay una mora de tres semanas sin que se haya renovado el TSJ
A juicio del abogado José Urbina, miembro de la dirección nacional de Copei (ODCA), y dirigente del estado Táchira, el retardo que se ha producido con respecto al nombramiento del nuevo Tribunal Supremo de Justicia obedece a las rencillas dentro de los grupos que se pelean el poder en Venezuela, y donde está presente hasta la propia oposición, que califica de colaboracionista.
¿Se justifica el hecho, de que hasta ahora no haya sido renovada la cúpula del Poder Judicial, que ya debía haberse consumado para este momento?
-No se justifica, y que en este caso sería el de un Tribunal Supremo de Justicia que sale para poner otro igual; que es lo que llamamos nosotros en lenguaje coloquial el mismo musiú, pero con diferente cachimbo. Yo creo que ese retardo, con el que está procediendo la Asamblea Nacional, con respecto al no nombramiento a los miembros del Tribunal Supremo de Justicia, obedece a las rencillas de los grupos que se pelean el poder en Venezuela.
-Tanto los grupos internos del régimen o del Partido Socialista Unido de Venezuela, que son varios, y los que disputan por tener cada uno sus magistrados en el máximo tribunal de la República; como aquellos que se hacen llamar opositores, y que son colaboracionistas del gobierno. Porque hay que aclarar que la oposición seria, la oposición en Venezuela; la que ha luchado más de 20 años contra el régimen; pues, ahí no tiene velas en ese entierro. Esa oposición seria no cree en ese nombramiento; no cree en esa AN que, además, es ilegítima; que fue electa de acuerdo a los caprichos del régimen, y donde se le entregaron algunos curules a esos sectores colaboracionistas.
-De modo que hoy en día nombrar un TSJ les ha costado mucho, y esto porque lo que he dicho: por el juego de intereses de esos mismos grupos, y que hayamos tenido una mora, yo creo, que de unas tres semanas.
Se ha criticado mucho la composición, tanto de los magistrados salientes, como de los entrantes, al respecto de que no cuentan con los credenciales suficientes como para ejercer tan altas funciones. ¿Qué piensa usted?
-Según las investigaciones, que han realizado algunos expertos en el tema judicial, pues ninguno de esos sectores llena los requisitos para ser magistrados. Algunos de ellos, incluso, han obtenido sus títulos en universidades no muy prestigiosas, y hasta comprado doctorados, en ese sentido. Antes, para ser magistrado, se requería una larga trayectoria profesional y de docencia universitaria; además de obra publicada y de ser miembro de número de la Academia de Ciencias Jurídicas.
-Aquí vemos gente, que apenas ha sido uno un juez de primera instancia, y que ha llegado allí por pertenecer a alguna tribu judicial; de modo que figuran entre los aspirantes, porque forman parte de cuotas de poder, y aquí, lamentablemente, han comenzado a aparecer algunos, de los que se hacen llamar oposición; algunos de los colaboracionistas; dándose el caso de que entre esos nombres hay hermanos suyos, familiares. Entonces, ¿cuál es la imparcialidad, qué priva para la escogencia de los aspirantes a cargos en el Poder Judicial?
-En ese sentido, yo le digo al comité de postulaciones, que estudia estos casos, que este hecho no hace sino sumir más al país en el proceso de decadencia institucional; pues están escogiendo, para la composición del máximo tribunal de justicia del país a gente sin credencial, sin ningún tipo de valor académico, profesional y, sobre todo, moral, que es lo que se espera del poder judicial.
Por las redes sociales rueda un video donde aparece Pedro Carreño, en una entrevista televisada, en la que señala que hay dos candidatas a magistradas que, de hecho, ya lo son dentro del TSJ; por lo que llega a la conclusión de que en este país no hay justicia. ¿Qué piensa usted?
-Yo le diría a Pedro Carreño, como diría el ex presidente Luis Herrara Campins: tarde piaste, pajarito; pero no porque no lo sabía; pues él como miembro de la alta cúpula del gobierno nacional debería estar enterado de todos esos pormenores y de todas esas corruptelas, que se suceden en esos tribunales.
-Por cierto, él habla allí de la «Magistrada 33» y de la «Magistrada 34»; pues, una de ellas es la jefa del circuito penal de Caracas, y la otra ha ejercido funciones en diferentes tribunales del país, y ahora es cuando Carreño se da cuenta de que eso existe.
-Yo creo que si en la República civil había fallas en el poder judicial; el gran mensaje del señor ya difunto Hugo Chávez era que iba a adecentar el tema judicial venezolano, y usted Pedro Carreño tiene 22 años al lado del gobierno, y forma parte de la cúpula del sistema o de este régimen, y sabe como se bate el cobre en los procesos judiciales, sobre todo, a partir del momento en que el TSJ adquirió un color partidista. Todavía se mantiene el recuerdo de cuando los magistrados al unísono gritaban: “Uh, ah, Chávez no se va”
-De modo que mal puede ahora, cuando se están llevando a cabo las discusiones para conformar el nuevo TSJ, sacar a relucir el nombre de esas candidatas a magistradas; pues el sistema está podrido. ¿O es que acaso no causa suspicacia el hecho, de que está procediendo de esta manera en momentos en que la Corte Penal Internacional está abriendo una oficina aquí en Venezuela? Lo mismo: ¿no causa suspicacia que están castigando a tres o cuatro chivos expiatorios? Eso no es sino para que se vea que, en efecto, el gobierno está adecentando el país.
-Asimismo, proceden con respecto a los espectáculos musicales; que los montan para que se vea que el país está feliz. No. Aquí no se ha arreglado nada. Aquí tenemos una prestación de servicios, que está colapsada. Aquí no tenemos servicio de electricidad, de agua, de gas, de gasolina. Pero, para no desviarme, le repito al señor Carreño que, lamentablemente, está piando tarde, y esta situación me huele que no es sino una mampara del gobierno, para hacer ver que el país se encamina hacia un verdadero estado de derecho.
-Lo cual no es cierto. Ahí los mismos factores más otros, que se han aprovechado de las lisonjas, que les da el gobierno, participan del gran festín del nombramiento de los nuevos magistrados.
Pero, es que precisamente se dice que la salida de Carreño no responde sino a eso de lo que usted habló en un principio, es decir, a las luchas de los grupos internos, y que a él no le tocó una cuota de poder en esa composición. ¿Qué piensa usted?
-Yo no es que creo que no le está tocando ninguna cuota de poder. ¡Debe también tener su cuota de poder! Pero eso es un trabajo que se lo mandan a hacer. Eso es algo que es hecho con estrategia. Si algo ha caracterizado el régimen, es que se ha mantenido hasta ahora como régimen dictatorial sobre la base de estrategias. Pero los que nos hemos formado en la política, sabemos que con este papel, Carreño lo que busca es limpiarle la cara al régimen.
-Yo creo que las fracturas, que existen a lo interno del PSUV, las arreglan entre ellos; de modo que la circunstancia, de que hasta ahora no haya sido nombrado el TSJ, no se debe sino al hecho de que no han terminado de ponerse de acuerdo; tanto el gobierno, como la mal llamada oposición.
¿Se respeta en Venezuela el derecho a la presunción de inocencia y a ser juzgado en libertad?
-Los órganos de justicia están obligados inexorablemente a respetar la presunción de inocencia, como el derecho a la defensa; lo que no se cumple hoy en día de ninguna manera. Aquí no se respetan los derechos humanos, y que es lo que ahora intenta el gobierno desesperadamente de lavarse con la cara, en vísperas de la instalación de una oficina de la CPI en Venezuela; pero aquí los jueces no cumplen con los postulados, no cumplen con las leyes, no cumplen con la Constitución. Eso no pasa.
-Aquí tenemos más de 300 presos políticos, y si aquí hubiese un verdadero sistema judicial, una verdadera justicia, la mayoría de esos presos políticos deberían ser juzgados en libertad; incluso, estas señoras que llaman la “Magistrada 33” y la “Magistrada 34” han sido verdugos de muchos presos políticos.
-Revísense sus historiales y se darán cuenta de que desde hace tiempo están cometiendo desafueros. Entonces, mal puede Pedro Carreño venir a estas alturas del partido a decir que eso es de ahorita. No, eso se viene cometiendo desde el mismo momento en que el comandante Hugo Chávez asumió el poder hace 22 años, y que lo continuó el actual presidente Nicolás Maduro.