Malos perdedores

Opinión | enero 28, 2024 | 7:00 am.

Nunca ha sido más acertado ese juicio que reza, que cuando la bestia está herida, es cuando más acecha, como en este momento, en el que vemos; primero, a un Nicolás Maduro, revelar que iba a ser víctima de cinco atentados, a partir de mayo del año pasado, junto a Freddy Bernal y Vladimir Padrino López, propiciados por la derecha venezolana, según el testimonio de 33 militares, en especial, el capitán Angelo Heredia, a quien torturaron y pusieron a mencionar frente a una cámara los nombres de los supuestos implicados en la comisión de dicho delito -33 militares, decía, que fueron expulsados de las filas de las fuerzas armadas, y en lo que ahondó Padrino López en alocución al país; segundo, venir el régimen con ordenes de aprehensión, emanadas de la Fiscalía General, contra Tamara Sujú, Sebastiana Barráez, Norbey Marín, Mario Carratú Molina, Wender Enrique Villalobos y José Antonio Colina, acusados de ser los instigadores de dichos cinco atentados, con financiamiento de la CIA y de la DEA; lo que ya de hecho nos coloca a los venezolanos, sobre todo, a los comunicadores sociales en la condición de libertad condicional.

Si algo tomaron en cuenta los firmantes del Pacto de Puntofijo, fue el tema de la responsabilidad del gobernante, tanto en lo que hace, como en lo que dice; muy presente en la discursiva de Jóvito Villalba, que se destacó durante los primeros años de nuestra República civil como uno de los mejores oradores, sobre todo, en el Congreso Nacional. Porque, como se lo hace ver mi colega Sebastiana Barráez a Tarek William Saab: usted me está acusando de un pecado, que va contra los principios de mi vida. Esta gente no comprende que, cuando acusa de asesina a una persona, la está sometiendo al escarnio público (no levantar falsos testimonios ni mentir); de modo que queda demasiado desajustado achacarle esa intención a mi colega.

De hecho ella le responde con un poema de Roque Dalton; donde se exalta la vida, el vivir, “el disfrutar del bello cielo de enero”, que hoy jueves 25 lo fechamos con una luna llena; siendo mi colega una mujer cristiana, una religión que proclama la vida, a partir de la resurrección de Cristo y no la muerte; bien valga citar aquí a Unamuno, quien decía que la doctrina cristiana es una doctrina agónica; estando en un constante renacer; que fue lo que le ocurrió al poeta Dalton, un ciudadano de El Salvador, que fue asesinado por sus mismos camaradas de guerrilla; precisamente, el poeta que le cantaba a la vida; que, según mi colega, Saab bien conoce, lo que no se explica entonces que aquí urda una tramoya con un expediente de muerte; lo que malinterpreta el susodicho, ya que a partir de allí especula, que está induciendo a que lo ajusticien también a él, dado el final de aquél; lo que demuestra una gran debilidad emocional frente a una dama, como sería mi colega Barrárez.

Yo siempre recuerdo en estos casos la famosa sentencia de Spinoza de que el orden y conexión de las ideas, es lo mismo que el orden y conexión de las cosas. Sólo que esta gente sabe que nadie le cree sus mentiras; para justificar la represión, que viene a continuación; mas lo hacen, además, para provocar, generar eso que dicen ellos que ha sido el carril, por donde se ha enrumbado ahora la oposición: por hechos de violencia, convencida, definitivamente, de que no va a ganar las elecciones, y así han sido detenidos Víctor Venegas, presidente de la FVM de Barinas, por el solo hecho de solicitar un salario justo para los educadores; aun cuando el parte oficial, reza que por instigación al odio, además de los coordinadores regionales del partido Vente Venezuela de María Corina Machado de La Guaira, Yaracuy y Trujillo; incluida esa dirigencia en la trama de los supuestos asesinos de la lista de Saab, cuando la oposición no tiene necesidad en este momento de valerse de tal recurso; como sí lo requiere Maduro con urgencia, sobre todo un sacudón por parte de ésta, que diera lugar a una suspensión de las elecciones.

La chanza, asimismo, se ve en la inclusión, entre los conjurados, es decir, autores intelectuales, que accionarían a través de los 33 militares, a los que se refirió Padrino López, a Tamara Sujú; un arañazo a una persona, que les ha hecho mucho daño en la CPI de La Haya; sobre todo, porque la señora Sujú siempre se ha caracterizado por erigirse en una defensora de los derechos humanos, y en esa instancia ha acompañado a los familiares de las víctimas de los aparatos de terror del régimen, al momento de consignar sus respectivas denuncias, que constituyen delitos de lesa humanidad; razón por la que se lleva a cabo allí un proceso contra Maduro y su entorno; aparte de que la señora Sujú también maneja información relativa a los atropellos, que sufren los presos políticos, que son más de 300, a propósito de las torturas, que les aplican, y a quien entrevistan en los distintos programas del canal de Youtube EVTV; un canal que le comienza a dar dolores de cabeza al régimen, aludido por Maduro durante su alocución del pasado 15 de enero; como el canal “Hasta que Caiga la Tiranía” de Norbey Marín y el canal privado de Wender Enrique Villalobos, y quienes se dedican a realizar, tanto denuncias, como análisis políticos, donde no le dan cuartel a este régimen; la mayor parte de ellos exiliados, tanto en países europeos, como en los EEUU. ¿Mario Iván Carratú Molina? Ex jefe de la Casa Militar durante el segundo gobierno de Carlos Andrés, con residencia en los EEUU desde hace muchos años; quizás entre allí como para darle color verde al asunto, de modo que figure un general de alto rango y, de acuerdo a lo que habla en su programa Villalobos, se trata Colina de uno de los acólitos de Raúl Antonio Gorrín; pero el que es posible que haya caído en desgracia, por algún ajuste de cuentas. ¿La “Furia Bolivariana”? Se trata, por supuesto, del recurso más bajo, al que ha apelado la bestia herida: arremetida contra las casas del partido de Vente Venezuela con graffitis ofensivos; a su sede principal le cortaron la electricidad y le lanzaron dos pipas de pescado podrido los primeros días de enero. Malos perdedores.