Magdaleno: Oposición debe organizar un movimiento de protestas sociales de 1 millón de personas si quiere el quiebre
El politólogo John Magdaleno destacó este jueves la necesidad que tiene la oposición de retomar la protesta social, una protesta que debe ser 100% no violenta y mejor organizada que la de 2017. Y tener mucha gente: un millón de personas.
En entrevista concedida a Román Lozinski, Magdaleno aclaró que en Venezuela hay un autoritarismo hegemónico y que no se puede pasar de un día a otro a una democracia liberal.
«Lo que he planteado durante años es trabajar en diferentes variables que podemos intervenir: aquellos conectados con la movilización social y política. Por eso siempre critiqué y lo seguiré haciendo el desmovilizar a la población, porque esto le sirve al régimen autoritario», declaró.
«Debe mantenerse la fuente de presión interna, organizar la movilización y hacerla no violenta. Así el costo de la represión será mayor para el régimen. Hay que construir un movimiento social que no es lo mismo que una protesta aislada. El primero tiene tejido social, una perdurabilidad en el tiempo, tiene identidad y la capacidad de anticipación. Un movimiento requiere mucha más organización. Se debe vertebrar la fuente de presión interna, por supuesto, que uno de sus instrumentos típicos es la protesta, pero tiene otras múltiples expresiones y esto no se ha hecho en 23 años. Lo primero que debe hacer la oposición es organizarse mejor en el plano social, en el plano político. Esto demanda mejor organización de los partidos, solo así la presión externa puede ayudar, pero eso no es suficiente».
En palabras de Magdaleno, la oposición debería estar haciendo tres cosas: organizar la protesta social, reiniciar un nuevo ciclo de movilización con más disciplina y planificación que en 2017 cuando se usó la lucha no violenta a medias, con mucha indisciplina y como táctica; y fue un error porque la lucha no violenta es mucho más eficaz que la violenta (…) Cuando hablamos de masiva debe estar al menos 3,5% de la población, mucho más de un millón de personas y eso no se ha visto en el país, estuvo cerca el 11 de abril de 2002, pero se dice que habían unas 400 mil personas. Esto no se ha visto en Venezuela».
Negociación y presidenciales
Sobre otras opciones, específicamente sobre las negociaciones, Magdaleno explicó que en Venezuela la opinión pública esta «obsesionada» con que estas sean públicas, pero esto no es así. «Las negociaciones son un instrumento que se ha probado en no menos de 60 casos, pero estas transcurren en varios planos y espacios, usualmente hay conversaciones privadas, interlocución de terceros como mediadores. Si la oposición verdaderamente quiere estimular una aproximación a la transición tiene que jugar estratégicamente para fortalecer al ala reformista de la posición dominante», sostuvo. «Claro que los más exaltados dicen que esto es cohabitación y colaboración, pero si meten a todos en el mismo caso, serán estos que critican quienes al cabo serán parte del problema».
Según la teoría de Magdaleno, hay actores extremistas en chavismo y oposición que bloquean la transición y subrayó que solo si hay un divorcio de agendas en los intereses de algunas figuras de la coalición dominante se puede dar la transición.
«Los más extremistas bloquean, pero también debemos tener en cuenta que hay actores que juegan todo el tiempo al policía malo y al bueno, incluso simultáneamente, a veces tienen roles públicos y a veces privados. Por eso es difícil determinar quiénes son los duros y los blandos dentro de la coalición dominante».
Al referir a las presidenciales, Magdaleno dijo que mantiene sus esperanzas en lo que pueda hacer cada venezolano desde su espacio. «No hemos asumido con seriedad ser parte del proceso de lucha, le hemos dejado eso a los políticos, pero debemos convertirnos en sujetos transformadores» y pregunto a los radio escuchas «¿usted estaría dispuesto a formar parte de un movimiento que empuje la transición? ¿estaría dispuesto a formarse para este escenario?».
«Esto requiere técnica, no es jugar truco, es ajedrez. El 2024 es una oportunidad, podría haber una crisis de sucesión presidencial, muchos quieren cobrarle su ineficacia económica y política a Maduro, algunos factores podrían decir que ya no quieren más a Maduro. Entonces, debemos presionar, organizarnos. Entender bien el juego, pero no solo depende de la oposición».