Lilian Arvelo: AD debe emprender un cambio de su dirigencia, pero en la unidad
A juicio de Lilian Arvelo, dirigente nacional de Acción Democrática (AD) y del sector magisterial venezolano, ni Henry Ramos Allup ni Bernabé Gutiérrez garantizan la unidad del partido; puesto que todavía no lo han logrado; como sí una figura como Humberto Celli, quien ha asomado su nombre, como posible candidato en unas elecciones internas, a la presidencia de la organización.
Se ha considerado como histórica la irrupción del Movimiento de Renovación y Reconducción de AD, que busca lo que se ha considerado como el rescate del partido. ¿Qué piensa usted?
-Yo lo que quiero para Acción Democrática es que volvamos a ser el partido; donde yo crecí y ascendí. Una AD liderada por hombres y mujeres, que eran ejemplo de principios doctrinarios; pues había además de doctrina, capacitación. Incluso, se planificaba, existía la fundación, por ejemplo Raúl Leoni. Fue el partido de Rómulo Gallegos, Andrés Eloy Blanco y de otros eminentes intelectuales.
-Se trataba de un liderazgo que era ejemplo a seguir. Entonces, yo pienso que a raíz de la desaparición de estos líderes, quienes daban el todo, solamente, con el objetivo de tener la satisfacción de ver un país encaminado por la cultura del progreso; porque eso fue lo que hizo AD; todas esas grandes obras de infraestructura educativa, vial; nuestro parque industrial nacieron de gobiernos de AD: la nacionalización del petróleo y del hierro; la creación del sistema nacional eléctrico; de modo que lo que ha pasado en el partido, es que después de la desaparición de ese liderazgo, repito, representado en figuras, además de su fundador, Rómulo Betancourt, como la de Raúl Leoni, Leonardo Ruiz Pineda, que constituían ejemplo; que fueron para mí una escuela política de respeto; desapareció el clima, donde lo que prevalecía era la convivencia.
-En ese sentido, yo quisiera que volviéramos a rescatar esos principios éticos, dejados por nuestros líderes fundadores, y que se produjera un cambio, pero en los términos de una gran unidad y convivencia democrática; pues está demostrado que cuando el partido se divide, como ocurrió en el caso de Luis Beltrán Prieto Figueroa, se debilita; aunque, por supuesto, luego se recupera; pues al final la mayor parte del ala, que se fue con Prieto Figueroa regresó al partido, y lo mismo se podría decir de la gente que se fue con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria; de donde le salió a nuestro líder fundador decir que “adeco es adeco, hasta que se muera”.
-Así que estaría de acuerdo con los propósitos de este movimiento, siempre y cuando sea para unificar; donde se depongan las ambiciones personales; que pensemos primero en Venezuela, que necesita a una AD unida; donde todos hacemos falta, todos somos necesarios y donde todos sigamos las luchas de Ruiz Pineda, de Pinto Salinas, de Gonzalo Carnevalli que sacrificaron sus vidas, para salvar a Venezuela de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
-No hay que pasar por alto que AD, el partido Comunista, Copey, URD, conformaron la llamada “Junta Patriótica”, y que fue la que dio al traste con esa dictadura perezjimenizta en el año 1958. Sin embargo, hoy en día la oposición está muy fragmentada.
¿Cómo ve usted el lanzamiento de la candidatura de Humberto Celli a la presidencia del partido en una posible elección interna?
-Todo lo que sea rescatable del partido es bueno; pero rescatarlo para sumar, rescatarlo para unir. No seguir a hombres, yo no sigo ni a Bernabé Gutiérrez ni a Henry Ramos, sino a una figura que aglutine a todos los adecos; porque AD es el sentimiento del pueblo venezolano. Aquí no pueden existir enemigos. Siempre ha habido tendencias internas; pero hemos logrado unirnos, para lograr un fin. ¿Qué significa ese fin en este momento? Sacar a la dictadura castrocomunista de Venezuela.
-Eso es lo más importante; pues hay que pensar en grande. Unirnos todos; porque todos somos necesarios, y una figura de unión puede ser Humberto. ¿Por qué? Bueno, puede haber sido Henry: no ha pasado. Pudo haber sido Bernabé: no ha pasado. ¿Qué ha pasado que no ha podido unirse el partido en un solo bloque?
-Conclusión: en la división está la debilidad; en la unión está la fuerza. Tenemos que ser la AD de Rómulo, de Carnevalli, de Leoni, de Carlos Andrés; una fortaleza unida y que, a su vez, le da vitalidad a la vida política venezolana; generando corrientes partidistas, que no están de acuerdo con nuestra línea política, que disienten de nosotros; pero es lo que dinamiza el clima democrático.
-En ese sentido, tenemos partidos nuevos, como también hay partidos viejos, como Copei. ¿Por qué no podemos volver a recomponer el Pacto de Puntofijo? Ese acuerdo permitió el desarrollo de esa democracia que tuvimos, y la que dejamos perder por las ambiciones particulares y personales.
¿Estaría usted de acuerdo con la realización de unas elecciones internas, donde haya la participación de toda la militancia adeca, y se respete el derecho a las minorías?
-Sí, que haya democracia; que demos ejemplo de democracia en Venezuela; que AD sea una referencia una vez más. El ejemplo de democracia en Venezuela lo representa AD, de modo que unida hoy puede erigirse en una fuerza y lograr el fortalecimiento de los otros partidos políticos. Por eso estoy de acuerdo con la renovación de nuestros cuadros dirigentes, incluidos los sectores minoritarios.
-Por lo demás, en este momento no hay partidos grandes en Venezuela; todos somos pequeños, y por eso me parece absurdo hablar de un G-4; pues esa ha sido una política de exclusión. Y dentro de cada partido también ha prevalecido la política de la exclusión, a través de las individualidades.
-AD le queda demasiado grande a las individualidades, y nosotros tenemos que pensar en grande, porque tenemos que rescatar a Venezuela, y si salvamos a AD, salvamos a Venezuela. Por encima de hombres y mujeres con nombre y apellido; por encima de eso está AD.