Marco Aurelio Quiñones: Venezuela no tiene tiempo para esperar hasta el 2024
El diputado Aurelio Quiñones, jefe de la fracción parlamentaria de Voluntad Popular de la Asamblea Nacional, electa en el 2015, afirma que estamos en presencia de una neodictadura, de un modelo político; tutelado, abiertamente, por Cuba y Rusia; el cual, así como se han actualizado procesos de democratización en el mundo, también las dictaduras se han actualizado; así que, a su modo de ver, es por eso que este régimen utiliza mecanismos sumamente modernos, para perseguir la disidencia.
Quiñones se encuentra en este momento fuera del país; perseguido por el régimen, como él mismo lo dice.
¿Usted cree que el país está preparado para aguantar la situación de emergencia humanitaria, que se vive, hasta el 2024, visto que el referéndum revocatorio fue secuestrado por el gobierno?
-Nosotros en VP como partido político, como también la decisión del presidente Juan Guaidó, consideramos que no hay espacio posible, para dejar que el régimen maniobre; que nosotros nos mantengamos de brazos caídos, mientras que desde hoy hasta el 2024, el gobierno lleva a todo el mundo como un manso cordero para un matadero; que ya ellos llevan evidenciado, cada vez que llega la posibilidad de que ellos puedan perder el poder.
-Nosotros no es que consideramos que Venezuela no puede esperar hasta el 2024; sino que, además, la muerte del niño, que se trasladaba con su madre, para ir a buscar mejor calidad de vida, genera una alarma; una campanada mayor; no sólo a los venezolanos, para que con urgencia atendamos y nos sumerjamos en la lucha por completo, para salir de la dictadura, sino además al mundo entero; cuando el régimen ha intentado vender la idea, a través de un lobby muy bien pagado en la comunidad internacional, y a través de unas personas muy influyentes en las redes sociales, de que en Venezuela todo cambió.
-En Venezuela nada ha cambiado. El régimen ha alimentado la creencia de una burbuja ficticia; para tratar de vender una falsa normalidad y, mientras eso sucede, siguen emigrando venezolanos y la crisis se agudiza cada vez más. Venezuela no tiene tiempo para esperar hasta el 2024. No tiene alma, no tiene espíritu, no tiene salud para aguantar hasta el 2024 en manos de Maduro, y es por eso que nosotros le hemos planteado al país, de que hay que generar las acciones, que sean necesarias a nivel nacional, como a nivel internacional, para que se concrete un proceso de negociación, en el cual se logren unas elecciones presidenciales adelantadas, con las condiciones suficientes; para que sean unas elecciones propiamente, dichas.
-Es decir, que sea un proceso libre, justo y verificable y donde la comunidad internacional pueda, no sólo avalar y registrar; sino, además, hacer cumplir los resultados, que se den en esas elecciones. Hay dos elecciones vencidas en Venezuela; dos elecciones, que desconoce el mundo: una, las parlamentarias de 2020; en su defecto, reconoce la continuidad de los entes, que hemos asumido ese espacio, derivado de la elección parlamentaria de 2015, y la otra es la elección presidencial de 2018.
-Tendría que haber un proceso de elección presidencial y parlamentaria; para que el país escoja el rumbo que quiere llevar; pero, además de eso, que a través de este proceso electoral, se reconcilie con la comunidad democrática internacional y esto permita abrir los caminos, para que Venezuela se reconstruya.
¿Cuál es su situación en este momento, desde el punto de vista político? ¿Se considera un perseguido?
-Todos quienes hacemos oposición de verdad, somos perseguidos políticos. Somos perseguidos, porque las posiciones de la dictadura en contra de la disidencia cada vez va en crecimiento, a causa del nivel de riesgo que ellos sienten en la posición de poder perder la autoridad o de ser señalados, internacionalmente, por los delitos, que comenten y siendo nosotros parlamentarios, altavoces de lo que son las denuncias de la ciudadanía, de lo que pasa en Venezuela; ellos han asumido una posición de persecución en contra de cualquier dirigente político, que discrepe de la idea de la dictadura, y que enfrente a la dictadura.
-Hoy en día en Venezuela llamarse opositor y poder transitar libremente en cualquier calle; poder participar en cualquier espacio; poder hacer vida, como lo pudiera hacer cualquier ciudadano en cualquier democracia, no sólo es que no está permitido; sino, además, que el régimen incluso ha tratado de consolidar una falsa oposición que sí cuenta con las venias, y con toda la amplitud de poder operar, libremente, en el país.
-Nuestra situación es la de cualquier dirigente opositor, que adversa una dictadura. La historia tiene una cantidad de ejemplos, y en nuestro caso no es distinto: simplemente, estamos en presencia de una neodictadura, de un modelo político; tutelado, abiertamente, por Cuba y Rusia; el cual, así como se han actualizados procesos de democratización en el mundo, también las dictaduras se han actualizado, y es por eso que este régimen utiliza mecanismos sumamente modernos, para perseguirnos.
-A nivel político yo soy un dirigente enfrentado a la dictadura; quien además acompaña al presidente Juan Guaidó en su gestión, en su trabajo. Soy el jefe de la fracción parlamentaria de Voluntad Popular. Formo parte de la estructura de mi partido. Soy un parlamentario electo en el 2015. Represento, sin duda alguna, como toda la dirigencia de mi partido; que es el partido más perseguido y con más presos políticos en la historia de la actual dictadura; represento una piedra en el zapato para el régimen, y lo seguiré siendo hasta el día en que logremos, que en Venezuela abandonen el poder, quienes han acabado con la médula democrática de nuestro país.
¿Se puede considerar que las denuncias sobre el caso de Monómeros forma parte de una guerra sucia contra Juan Guaidó, puesto que hasta ahora no se comprobado nada?
-Sí, esto ha sido una campaña bien pagada por el régimen; para subirle el volumen, a lo que ellos han intentado colocar como el puntal de una campaña de descrédito en contra del presidente interino Juan Guaidó. Para que el país lo sepa, y esto sin el ánimo de menospreciar, el régimen ha hecho de esto un escándalo mundial; cuando la verdad es que la empresa Monómeros está hoy protegida; de que el régimen, por ejemplo, no se le entregara al delincuente de Alex Saab; gracias a una protección, que tiene la OFAC sobre esta empresa, y que es gracias al gobierno interino, que está resguardada; como está resguardada Citgo; que no ha podido embargarla Chrystalex, a través de un juicio, que le procesaron a esta dictadura por incumplimiento de una cantidad de contratos, precisamente, porque el gobierno interno la ha sabido proteger.
-Pero es importante también que, a título informativo, el país sepa que Monómeros cuesta menos de lo que produce Venezuela en un día de producción y de venta de barriles de petróleo en condiciones normales; cuando producía dos millones y medio de barriles. El régimen ha hecho de esto un escándalo y, entre tanto, le ha puesto la rúbrica a casos de corrupción, como el hecho de que “El Tuerto” Andrade tenga en una cuenta bancaria 200 millones de dólares; que se habla de que entre tres o cuatro mil millones de dólares sería la fortuna de Alex Saab; toda proveniente del negocio de las bolsas CLAP y del lavado de dinero de las altas estructuras de corrupción de la dictadura y el régimen, simplemente, con su cañón comunicacional, que no es poco; porque en Venezuela los medios que no han podido cerrar, los han comprado, y los que no han podido comprar, a fuerza de amedrentamientos, los han doblegado.
-Cosa que para nada es indudable, en el entendido de que este es un régimen atroz. Este es un régimen vil; este es un régimen que mató a Fernando Albán; este es un régimen que torturó hasta la muerte al capitán de corbeta Arévalo. Este es un régimen criminal. Entonces, en ese sentido este régimen con ese cañón comunicacional, que tiene se ha encargado de venderle a Venezuela y al mundo entero un presunto escándalo en uno, de lo que no es tal, para tratar de desviar la atención, de lo que ellos están haciendo y colocar el foco a Juan Guaidó en una campaña de descrédito, que sólo ellos se la creen.
En ese mismo sentido, el gobierno ha venido orquestando una operación llamada “Manos de Hierro”, supuestamente, llamada a combatir el narcotráfico y el contrabando de gasolina. ¿Qué juicio le merece esta operación?
-Por esta vía ellos tienen la aspiración de lavarse la cara, ante circunstancias, como las que tiene pendiente con la investigación, que lleva a cabo la Corte Penal Internacional en contra de Nicolás Maduro por denuncias de violación de derechos humanos, y la verdad es que la CPI no es tal, por el hecho dejarse engañar por estas estratagemas; que así como está avanzando la dictadura, tratando de generar un tablero de nombres de muy poca relevancia dentro del régimen, y tratar de decirle al mundo entero: bueno, sí teníamos vínculos con el narcotráfico; pero eran Juan, Pedro y María; si es verdad que estábamos traficando con gasolina; pero eran Luis y Luisa, y aquí los tenemos presos.
-Eso solamente se lo creen ellos. Lo que viene a raíz de ahí; uno, tratar de engañar al mundo a partir de estas detenciones y, dos, nosotros estamos seguros, de que el régimen está utilizando todo esto también, para tratar de generar algún margen de maniobra, que le permita perseguir a opositores; apresarlos; bueno, montando todo un show, de modo que pueda decir, este lado agarramos a cinco, y de este otro agarramos a veinte.
-Nosotros estamos más que claros que no hay una acción de buena voluntad, de quienes han sido los culpables de más de seis millones de venezolanos huyendo en el mundo entero, producto de una situación de emergencia humanitaria, que generó el régimen que hoy encabeza Nicolás Maduro.