…haber agotado todos los otros recursos
No se trata de una referencia a la temática económica hoy tan en boga en razón del actual genocidio venezolano a manos del socialismo, sino más bien de la segunda condición exigida por el Catecismo de la Iglesia Católica en su número 2243 para que la resistencia a la opresión de quienes gobiernan pueda recurrir legítimamente a las armas.
Porque ciertamente en el caso de nuestro país la resistencia a la opresión del régimen de facto socialista agotó desde hace mucho absolutamente todos los otros recursos políticos orientados al restablecimiento del orden constitucional, un hecho público, notorio y comunicacional que no amerita demostración. Basta con rememorar las pérdidas humanas derivadas de esas tratativas fallidas.
Podríamos afirmar sin ambages que el Referendo Revocatorio Presidencial del año 2004 fue el último recurso político con base sólida encauzado a la restauración democrática en Venezuela. A partir de allí todos y cada uno de los intentos encaminados al restablecimiento constitucional no pasaron de ser burdos teatros dirigidos por el socialismo y cohonestados por una falsa oposición, siempre indolente frente a la tragedia que implica un día más bajo tiranía.
Llegados a este punto, cuando resulta éticamente insostenible el seguir trajinando vías pacíficas frente a una organización delictiva organizada como la que domina este país, corresponde optar por la alternativa antes expuesta, considerando que solo merece la victoria quien hace el esfuerzo debido para alcanzarla. Viva la República de Venezuela. Oración y trabajo.