Exministros de Chávez condenan el cronograma del RR: «Es un nuevo zarpazo al derecho a revocar»
Exministros del fallecido expresidente Hugo Chávez condenaron el formato del referendo revocatorio que el CNE definió para este 26 de enero, calificándolo como un nuevo «zarpazo» del Gobierno de Nicolás Maduro al derecho de los venezolanos de revocar su mandato.
En un comunicado suscrito por Santiago Arconada, Juan García, Edgardo Lander, Roberto López, Gustavo
Márquez, Oly Millán, Héctor Navarro, Ana Elisa Osorio y Luis Mogollón, señalaron que ese cronograma «hace imposible la realización de un verdadero y confiable referéndum revocatorio como manda la Constitución» y deja «al desnudo el carácter autoritario de este gobierno».
A continuación el texto íntegro:
Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
En una respuesta sorpresivamente rápida, y por lo mismo desacostumbrada, por parte de las instancias oficiales de nuestro país, el CNE se apresuró a establecer las condiciones para la realización de la primera fase del Referéndum Revocatorio previsto en la Constitución, Artículo 72. Esta respuesta incluye la convocatoria al acto de manifestación de voluntad de los
ciudadanos para la realización del Referéndum, a menos de diez días de recibidas las primeras solicitudes de ciudadanos por parte del organismo, debiendo notarse que, tal como lo ha informado uno de los Rectores Principales del CNE, Roberto Picón, en ese tiempo no será posible la elaboración de los programas de las máquinas de votación y mucho menos la realización de las correspondientes auditorías necesarias para garantizar la transparencia y pulcritud, pero tampoco será posible que los ciudadanos esté debidamente informados de la naturaleza e importancia del acto refrendario, ni hay tiempo suficiente para que en todo el país se registren muchas “agrupaciones ciudadanas” que han estado esperando por los anuncios del CNE que se acaban de producir, ni para la acreditación de testigos para los 1200 centros de recepción de manifestación de voluntad que según el CNE debe producirse entre los días lunes 24 y martes 25, ni tampoco para la capacitación de agentes de la jornada de recepción de esas manifestaciones de voluntad los días domingo 23 y lunes 24, agregando que el número de máquinas previstas para esa actividad no es suficiente para la atención de los ciudadanos que tienen derecho a solicitar el Referéndum (20% del registro electoral o 4.185.997) y que, además, resulta extraordinariamente irresponsable, incluso criminal, promover estas potenciales aglomeraciones de votantes cuando, como consecuencia de la presencia de la cepa ómicron, el país está experimentando el mayor número de contagios diarios desde que comenzó la pandemia.
Por si fuera poco, conociendo que el Presidente de la República es electo por y para una única e indivisible entidad electoral, la República Bolivariana de Venezuela, pone un obstáculo más a los venezolanos al exigirle que en TODAS Y CADA UNA de las “entidades electorales del país” deberá expresarse al menos el 20% de los votantes en dicha entidad, a favor de la convocatoria a Referéndum, para que la misma sea válida. Y es que el término “entidades electorales” no aparece en la Constitución y se presta a confusión e interpretaciones ya que una “entidad electoral” puede referirse a cualquier colectivo democrático como un Sindicato, Centro de Estudiantes, Junta de Condominio, Asociación de Vecinos, etc. Adicionalmente el CNE no contempla, para nada, la opinión de los millones de venezolanos que en este momento, debido a las muy difíciles condiciones de vida en Venezuela, se encuentran residenciados en el exterior pero que, constitucionalmente, tienen derecho a voto en lo que concierne al Presidente de la República, y se encuentran incluidos en el Registro Electoral, inclusión que sólo servirá para obstaculizar, numéricamente, la realización de una consulta verdaderamente representativa. Para lograr el 20% del registro electoral total (21 millones), se requerían las firmas de 25% de los 17 millones de votantes que se estima que están en Venezuela.
Después de la aplastante derrota que le propinó el pueblo de Barinas, Maduro tiene temor a medirse en un referéndum revocatorio, porque sabe que el incremento de la participación electoral que se produjo en las elecciones regionales de 2021 y en las elecciones de dicho estado, revela que la disposición a votar de la mayoría silenciosa, cercana al 80% de la población que está descontenta y lo rechaza, podría finalmente sacarlo del poder a través de ese mecanismo constitucional de participación política. No de otra manera se explica la decisión tomada por la mayoría gubernamental en el CNE, orientada a abortar la solicitud del referéndum revocatorio, al aprobar un cronograma constreñido a un lapso de apenas 5 días para promover y recolectar el 20 % de las firmas el próximo 26 de enero, equivalente a 4.185.997 inscritos en el registro electoral, lo cual es una tarea no factible, tanto para los solicitantes del revocatorio como para el propio CNE, por la complejidad y duración de las distintas actividades que deben realizarse para ejecutar un cronograma que cumpla con los protocolos y normas mínimas de un proceso electoral transparente y confiable. Actividades que requieren tiempo, algunas de las cuales ya mencionamos tales como, preparación del software y de las máquinas de votación incluyendo las auditorías que garanticen la integridad y confiabilidad de las mismas, preparación de la estructura electoral para la atención de las mesas de recolección de firmas, promoción del referéndum para que los ciudadanos se informen del proceso, entre otras. Estamos frente a un nuevo zarpazo que está dando el gobierno autoritario de Maduro al derecho que tiene el pueblo a revocar su mandato, tal como lo establece el artículo 72 de nuestra Carta Magna. Es una nueva provocación orientada a sabotear, mediante subterfugios legales, la realización del Referéndum Revocatorio y a desestimular la participación electoral y el protagonismo del pueblo en ejercicio de sus derechos constitucionales.
Todo lo anterior, esta manera de proceder por parte del CNE que ratifica lo que ocurre en nuestro país desde hace varios años con la desaparición paulatina del concepto fundamental de la independencia de poderes, significa que simplemente lo que se prepara es un desconocimiento de la voluntad popular, de la soberanía del pueblo establecida en la Constitución y por primera vez en nuestra historia aprobada por todos los venezolanos en Referéndum en 1999.
Esta decisión del CNE simplemente, como hemos demostrado, hace imposible la realización de un verdadero y confiable Referéndum Revocatorio como manda la Constitución de manera que la participación de los venezolanos en el mismo no haría más que darle un barniz de legitimidad a algo que se encuentra absolutamente viciado en sus orígenes.
Una vez más queda al desnudo el carácter autoritario de este gobierno.
Pretende hacer creer tanto nacional como internacionalmente que, cumpliendo con los preceptos constitucionales, el gobierno convocó el referendo revocatorio y que si éste no se realizó fue porque la mayoría de la población venezolana respalda a Maduro y no está de acuerdo con revocar su mandato.
Se trata de una maniobra muy poco sutil. Simplemente decidieron que en vista de que la mayoría de la población del país rechaza a este gobierno, lo más conveniente es, como ocurrió en el año 2016, impedir la realización de un
verdadero referendo.
Por todas las razones expuestas, el pueblo venezolano no debe participar y convalidar la farsa que el gobierno de Nicolás Maduro y el CNE han montado.
¡MADURO TEME UN REVOCATORIO VERDADERO PORQUE SABE QUE LO
PIERDE!
¡LA DECISIÓN DEL CNE ES UN ATENTADO CONTRA EL DERECHO A REVOCAR!
Santiago Arconada, Juan García, Edgardo Lander, Roberto López, Gustavo
Márquez, Oly Millán, Héctor Navarro, Ana Elisa Osorio, Luis Mogollón.