Ley y orden para Chile
Dos palabras de gran importancia para los regímenes democráticos. Cortas y contundentes encierran conceptos tan indispensables a la convivencia pacífica que hacen innecesarias mayores explicaciones respecto a su pertinencia. Sin embargo la naturaleza humana es ciertamente imperfecta. Son muchos los que todavía repudian las nociones de ley y orden en la concepción de Estado.
Comprendemos entonces como la Venezuela del presente anuló la vía electoral como mecanismo de resolución de conflictos colectivos, cuando menos desde el 15 de agosto de 2004, en virtud de aquel resultado inexplicable en el Referendo Revocatorio Presidencial. E igualmente llegamos a entender por qué la misma dirigencia demócrata criolla, que propugnó durante décadas el carácter delictivo del Estado socialista acá dominante, claudica en sus banderas justo ahora cuando la comunidad democrática internacional reconoce tal carácter forajido y actúa en consecuencia con la aplicación sistemática de sanciones diplomáticas y económicas pocas veces vistas.
Hay quienes lo llaman relativismo ante los valores, pues su basamento está en renegar la naturaleza de los conceptos, pretendiendo calificar de bueno aquello que es intrínsecamente malo y viceversa. Las consecuencias de tal despropósito están a la vista.
Nuestro país, otrora un ícono de bonanza petrolera bajo la democracia con la Constitución de la República de Venezuela del año 1961 hoy no pasa de ser un burdo remedo republicano bajo la égida del socialismo, donde la resistencia contra la opresión es el único camino digno para quienes pretendan libertad.
Este domingo 19 de diciembre Chile tiene la oportunidad irrepetible de optar por la ley y el orden, representados en el candidato presidencial José Antonio Kast Rist, dando la espalda de una vez y para siempre al socialismo, causante de tanta muerte y desolación en América y el mundo. Los valores del humanismo cristiano que han hecho grande a ese hermano país, una vez más inclinarán la balanza en favor de la dignidad y la libertad. Oración y trabajo.