¿Reinstitucionalizar el país el 21N?
Venezuela atraviesa su oscurantismo. Padecemos las horas más aciagas desde la fundación de nuestro país. Hoy la asaltan cruentos intereses criollos e internacionales, en esa feroz casería de nuestras riquezas se encuentra una nación empujada a las peores vejaciones, a la peor pobreza aún siendo dueña de inconmensurables fortunas naturales y humanas… es cruel e injusto.
El castrismo venezolano, alias chavismo, es un pesado karma que se enquistó como una fórmula mágica que pretendía componer nuestras debilidades históricas sin esfuerzo, trágicamente las empeoró y creó otras mucho peores. Para colmo de males, acabó con lo único que desde hace tiempo podía arreglar al país, la educación y el trabajo.
La oposición no termina de comprender quién es su enemigo. Los abanderados de las oposiciones anteriores han dado trato democrático a quien no lo es, a quien usa la democracia como bandera vocal, pero la destruye en cada oportunidad que se le presenta.
Paralelamente, el régimen edificó una oposición electorera como acompañante en cada proceso electoral que perpetra desde 2017 con condiciones absurdas. Supo atraer a segundones de partidos opositores, les estregó, vía TSJ, las direcciones nacionales de esas toldas y han consumados elecciones al margen de la ley, la legitimidad, la democracia. Sin embargo, le ha resultado costoso, hoy detentan instituciones desconocidas mundialmente y son objetos de innumerables sanciones entre otras acciones internacionales.
Esa falsa “oposición electorera” no engañó a nadie. Comparte junto con el chavismo la titularidad de abstenciones históricas como expresión de repudio ciudadano a las elecciones perpetradas sombríamente… y el 21N no será distinto, aunque pudiera darse otro trágico evento; la oposición reconocida puede recaer en las tretas castristas, participar el 21N, de este modo serán 3 los dueños del repudio nacional.
Como insulto, se difunde la innoble tesis: “Hay que votar el 21N para reinstitucionalizar al país” lo cual es contundentemente falso. La reinstitucionalización de Venezuela debe ser un proceso que inexorablemente debe comenzar desde los poderes nacionales hacia abajo y no al revés, por la sencilla razón de ¿Cómo se podrán defender las regiones, alcaldías, los ciudadanos, de, por ejemplo, las rapaces decisiones del TSJ o de la AN rojos rojitos? Así que ¡No se dejen engañar!
La única manera que Venezuela retome su constitucionalidad, su democracia civil y perfectible, es pactar un CNE imparcial apegado a los lineamientos de nuestra carta magna. Luego, este CNE debe realizar elecciones parlamentarias depurando todo lo que haya que depurar como registro Saime, Onidex, Rep, etc. Posterior a elegir una AN realmente constitucional, este poder debe designar conforme a la ley los demás poderes nacionales que le compete, solo a partir de ese momento se realizarían las presidenciales, por último, regionales/municipales… es el único camino, lo demás nos continuará hundiendo.
Pretender que este proceso de reinstitucionalización es sencillo y que comienza de abajo hacia arriba es otro grotesco engaño desalmado, que no hace más que afianzar todas las patologías políticas, sociales y económicas que destruyen a Venezuela, sino nos cree revise las informaciones y cerciórese que el chavismo sigue adelante con la cubanización del país “mientras dialoga”.
@leandrotango