La UCV sin presupuesto y con daños estructurales
La Universidad Central de Venezuela está amenazada ante las fallas estructurales que presenta: grietas en sus techos, paredes, puertas dañadas, baños que están fuera de servicio, entre otras cosas.
La administración de Nicolás Maduro solamente aprobó un 0,97% del presupuesto solicitado por la casa de estudios en el año 2020, el cual solo fue cancelado durante un semestre. Mientras que para este 2021, el presupuesto autorizado apenas alcanzó el 2,7% del monto total requerido que, hasta la fecha, no han recibido ni un centavo.
La rectora Cecilia García Arocha asegura que las carencias presupuestarias están evidenciadas en el sustento de las obras de arte, las estructuras y el paisajismo que, deben recibir un mantenimiento de forma continua con equipos aptos y personal pero «no se tienen porque se adeudan los recursos asignados a estas áreas en 2021 y 2021», expresó la rectora de acuerdo a un reportaje publicado por El Nacional.
La UCV, considerada como Patrimonio de la Humanidad, cuenta con 215 hectáreas, de las cuales el 70% es verde. Además, con obras de arte que, la rectora García Arcoha refirió que requieren de mantenimiento constante y los edificios que integran la casa que vence las sombras con más de 50 años de valor arquitectónico.
Según la publicación, el abandono de las instalaciones está a la vista. Un ejemplo es el edificio donde funciona la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, la cual tiene varias ventanas rotas, hay basura, desechos en sus áreas verdes, así como tampoco existe la iluminación en la zona.
El año pasado el corredor número 5, ubicado en la zona conocida como tierra de nadie, sucumbió. Luego de un año, iniciaron las labores de arreglo con el retiro de algunas losas que requirieron el empleo de dos grúas.
La situación no es diferente para la Facultad de Humanidades y Educación la cual tiene presencia de polillas en sus puertas, así como también filtraciones en sus paredes. El escenario es similar en las otras facultades: baños fuera de servicio, puertas dañadas, paredes rotas. No obstante, la nota revela que hay otros edificios en donde no se le permite la entrada a la prensa porque «se mantienen renuentes a mostrar el estado de las instalaciones».