Botín de negociación
Creo que los factores políticos que activamente se están aprestando para unas elecciones regionales administradas por el régimen se están haciendo la pregunta equivocada. La pregunta no es si habrá o no elecciones regionales. Esa pregunta la respondió el régimen hace tiempo. Sí habrá elecciones regionales, como hubo elecciones presidenciales el 20 de mayo de 2018 y elecciones parlamentarias el 6 de diciembre de 2020.
La pregunta correcta que deberían hacerse es si los venezolanos les daremos o no legitimidad a esas elecciones, entre otras razones porque no se la dimos a Maduro en mayo de 2018 al ser inconstitucionalmente convocadas; como tampoco se las dio la Comunidad Internacional. De la misma manera, las elecciones parlamentarias del 6D-2020 fueron rechazadas en un 97% de 6,4 millones de venezolanos en la Consulta Popular realizada del 7 al 12 de diciembre de 2020, lo que hace a ese parlamento del régimen tan inconstitucional como Maduro y el CNE que están designando con la diligente colaboración de los partidos de la oposición.
Mal podría un parlamento inconstitucional designar a un CNE para llamar a elecciones regionales o de ninguna otra naturaleza porque fue rechazado por el pueblo de una manera constitucional y vinculante con una Consulta Popular. Si esto es así, ¿por qué los partidos opositores están movilizando a toda su maquinaria en todo el país para participar en unas elecciones regionales ilegitimas? Y si lo están haciendo, ¿por qué esperan que nosotros se las legitimemos? ¿Con cuáles argumentos pretenden pasar por encima de ese mismo pueblo que mayoritariamente le dijo que no dos veces a Maduro y sus delincuentes?
Los venezolanos no podemos impedir que una tiranía convoque a unas elecciones ilegitimas, ni tampoco podemos impedir que unos partidos se vendan aceptando participar en ellas. Lo que sí sería estúpido es que piensen que los acompañaremos a eso, pretendiendo convencer a los venezolanos que unos pocos puestos que antes no han servido para nada en medio de un sistema totalitario ahora si podrán cambiar la ruina de los venezolanos. Pero lo que seguramente sí cambiarán serán las finanzas de esos partidos que seguirán sobreviviendo para continuar vendiéndonos que “siguen trabajando para salir de Maduro”, en una suerte de circulo vicioso macabro donde ambas partes, el régimen y su oposición, viven el uno del otro en una relación simbiótica mutualista interminable.
Es por eso que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se da el lujo de responderle a Julio Borges como lo hizo vía Twitter “Si ustedes quieren llegar al poder para dejar al Fiscal de Maduro y a la Corte de Maduro, mejor díganle al pueblo la verdad. Díganles que apoyarlos a ustedes es igual que apoyar a Maduro. En El Salvador, nos costó 30 años liberarnos del régimen. No vamos a retroceder ahora”. Sí Borges, dinos la verdad… El Salvador se echó 30 años en salir de un régimen y nosotros vamos por ese mismo camino si seguimos apoyando a estos seudo dirigentes como Julio Borges, en sus aspiraciones electoreras que buscan convivir con el régimen a costillas del sufrimiento de la gente.
Entonces concuerdo con el Presidente salvadoreño en que apoyar a la oposición es apoyar a Maduro en su pretensión continuista y usurpadora. Es por eso que Borges no movió ni un solo dedo en su condición de “Comisionado Presidencial para las Relaciones Exteriores” para que los embajadores del Gobierno Encargado apoyaran la participación de los exiliados en la Consulta Popular en los diferentes países, y que la mayoría de esa participación proviniera de los hígados de los venezolanos que seguimos en Venezuela, después de haber más de 5 millones exiliados hasta el presente. Y aun así llegamos a 6,4 millones para molestia del Sr. Julio Borges, quien todavía sigue ignorando el resultado del mandato del pueblo venezolano, como por cierto también lo ignoró con la Consulta Popular de 2017 siendo Presidente de la mismísima Asamblea Nacional. ¿Qué podemos entonces esperar los venezolanos de una siguiente elección del régimen con esta seudo oposición?
Los venezolanos debemos despertar a esta pesadilla de una buena vez. Los partidos están promoviendo arreglos y cargos en todos los Estados de Venezuela a cuenta de esas nuevas elecciones regionales convocadas por Maduro y su nuevo CNE ilegitimo. ¿Seguiremos con ellos en esa guachafita? ¿Se los vamos a seguir permitiendo? ¿Cuándo va a ser la hora que respeten la voluntad de quienes por ser los Depositarios de la Soberanía decidimos el curso de los eventos políticos?
Muchos me dirán, “bueno, ¿y entonces qué podemos hacer?”. La respuesta no puede ser más que una sola: ¡Resistir cívicamente! ¡Si vamos a seguir jodidos en Venezuela y en el exterior, entonces que no cuenten con nuestra ayuda! Es inaceptable que quienes dicen representarnos negocien cargos y beneficios en nuestro nombre para seguir prevaricando con el régimen y la calidad de vida de los venezolanos se deteriore todos los días. Si los partidos quieren negociar con el régimen, que lo hagan, pero no usándonos como botín de negociación. Definamos definitivamente que esto no es una democracia y ya y que el régimen y sus socios hagan lo que van a hacer y nosotros por primera vez hagamos lo que tenemos que hacer. Eso nos daría al menos los nombres de quienes se prestaron a esa traición para el momento que esta tragedia termine. De esa forma, medio limpiaríamos la lista de quienes pretendan representarnos en unas elecciones verdaderamente libres en un futuro previsible.
Si los venezolanos no nos plantamos y les decimos a los políticos que ya basta de abusar de nuestras decisiones, seguirán faltándonos el respeto. Los venezolanos le dijimos al mundo en una Consulta Popular que exigimos que Maduro y sus delincuentes abandonen el poder para poder realizar elecciones libres, justas y verificables y que rechazamos las elecciones del 6 de Diciembre de 2020, haciendo ilegitimo ese parlamento y el nuevo CNE del régimen. Si la oposición oficial no quiere respetar ese mandato colaborando con Maduro, sabremos hallar la forma de hacérselos respetar en casa cívicamente.
Si a la Comunidad Internacional no le ha llegado el mensaje porque personajes tóxicos como Julio Borges no se los transmite ni lo hace respetar, eso no significa para nada que nuestra decisión haya sido esa, e igualmente se los sabremos transmitir cívicamente a la hora de esas nuevas elecciones ilegitimas. Si las cosas van a ser así, comencemos por abandonar el triste papel de botín de negociación de quienes tradicionalmente nos han visto la cara de pendejos, asumiendo el papel beligerante que nos corresponde de una sociedad civil empoderada de su rol protagónico y decisivo en los eventos que más temprano que tarde habrán de llegar.
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