Venezuela en un limbo
Nada luce distinto. La voracidad de las patologías económicas y políticas (con sus repercusiones sociales) en Venezuela continúan su rumbo avasallador, y lo que está mal empeora irremediablemente.
Económicamente no hay nada que agregar. Un país sumergido en ruptura del hilo constitucional y democrático es incapaz de dar albergue a las inversiones necesarias. Probablemente reciba algunas, pero son muy puntuales ligadas a los intereses políticos de quienes detentan el poder.
A la luz pública, la política se ha convertido en un reciclaje que en cada ciclo arroja depauperación desde 2017, básicamente; procesos electorales inconstitucionales, antidemocráticos, que dejan solo desolación electoral, instancias no reconocidas y sanciones, misma fórmula tendrá lugar en las próximas elecciones regionales/municipales.
Muy probablemente, el chavismo se atreva soltar algunas gobernaciones y alcaldías en los próximos comicios por dos razones fundamentales. La primera es que de la mano de la falsa oposición (electorera) no tiene absolutamente nada que perder, prácticamente, los candidatos y posibles gobernantes de esa camada cuidan mismos intereses del chavismo, el sostenimiento del país de hoy… el mismo régimen les cedió las siglas de los partidos tradicionales opositores.
Por otro lado, el chavismo tiene bajo la manga el “Estado Comunal”, proyecto ya rechazado por los venezolanos aún cuando Chávez estaba en un punto alto de popularidad (2007). Ello le permite, además de sus ardides tradicionales, conservar el poder de todo lo que pierda, pues este Estado es una oda al centralismo, además que lo electoral estaría ligado a mecanismos de elección totalmente ajenos a los que nuestra carta magna mandata, es una réplica del modelo cubano.
De este modo, Venezuela se encuentra ausente de un liderazgo político capaz de generar los cambios que requiere la nación, incluso el mismo chavismo que, aunque queriendo enderezar, no podría hacerlo una vez que ha perdido reconocimiento del mundo democrático, sin mencionar las numerosas acusaciones que yacen en su contra.
Así pues, los venezolanos nos encontramos en una especie de limbo, como quien ve a los lejos derrumbes que poco a poco se acercan a su hogar. Sin embargo, la política tiene dos caras: la política que se aprecia públicamente a través de los medios de comunicación y redes sociales. La otra cara es la política oculta, la de las estrategias y decisiones determinantes, esa (tengan por seguro) está al rojo vivo.
Lo afirmamos porque contrario a los que muchos creen, ciertamente el chavismo es amo y señor dentro de nuestras fronteras, pero se encuentra vitalmente aislado. Sus manejos comerciales, económicos y financieros, bajo estas condiciones, son cada vez más insuficientes, día a día el colapso es más grave, incluso, los del status quo.
Venezuela se encuentra en un limbo donde el aleteo de una mariposa en Amazonas se siente hasta en los roques. La política en nuestro país ha perdido la capacidad de control que tenían sus coordinadores.
@leandrotango