Mensaje del Ecuador a Venezuela
La caída de cuatrocientos puntos básicos en la prima de Riesgo País del Ecuador, registrada tras el triunfo electoral de Guillermo Lasso, es un potente mensaje para los venezolanos arropados por la desesperanza y el conformismo al que los induce una oposición entregada y sin ideas. Recuperar a Venezuela y a su economía es hoy más que nunca posible.
Aunque estamos a semanas de la toma de posesión el 24 de mayo próximo y sin haberse resuelto un solo problema de los que afectan a su economía, ya se respira un aire diferente en el Ecuador. Entrada de capitales, nuevas contrataciones, incremento de órdenes de compra, demanda de créditos,… Ayer en una teleconferencia, clientes ecuatorianos me daban cuenta de la dinamización económica. Evidentemente no será un camino de rosas, pero todo será diferente con la renovación de las expectativas de los agentes económicos.
La ultima reducción significativa de la prima de Riesgo País del Ecuador, del 10 de septiembre de 2020, ocurrió por dos razones objetivas: un acuerdo del gobierno con el Fondo Monetario Internacional, que incluyó un programa de ayuda económica y la renegociación de los bonos de la deuda externa semanas antes. Esta vez las causas son netamente subjetivas.
Imaginemos ahora. Si el cambio de Moreno, que ya había roto con las políticas chavistas de Correa, al centrista Lasso provoca tal animación en un país con economía de mercado y liberado del control monetario de un banco central plegado a la voluntad de un Poder Ejecutivo intervencionista, ¿qué exaltación no provocará la salida de Maduro que mantiene postrada a la economía venezolana desde hace años? La respuesta a esta pregunta retórica es evidente: una suficientemente descomunal como para impulsar una recuperación milagrosa.
Solamente la masiva entrada que se produciría permitiría mantener un tipo de cambio, al mismo tiempo competitivo y estable, que haría posible financiar un déficit publico moderado a punta de emisión monetaria. Nada más ni nada menos. Si además, se reestructura la deuda externa con un acuerdo con los organismos financieros multilaterales (sin tomar nueva deuda); y conjuntamente, se libera completamente la economía, se enjuician a los jerarcas chavistas y se persiguen el hampa urbana, los colectivos armados y la narco guerrilla con ayuda de los Estados Unidos, Venezuela no sólo se recuperaría en pocos años, sino que pasaría a ser un emporio del crecimiento económico mundial.
Sólo falta un poco de ambición y algo de gónadas para reconocer cual es la única solución posible y aplicarla. Si no lo hacemos, seguiremos pensando en hacer más vivible la cárcel y no en liberarnos. En otras palabras, seguiremos mendingando vacunas, rogando por el levantamiento de las sanciones económicas, pidiendo la dolarización de la economía y elecciones algo menos trucadas…
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