Al socialismo le crecen los enanos
Como era de esperarse, al socialismo criollo en su versión «Cártel de los Soles» no todo le puede salir bien siempre, aun considerando los 19 años de dominio tiránico que cumplirán este 11 de abril. Porque es indudable que el vigente conflicto armado en el Estado Apure no estaba en el guion.
Se trata más bien de otro ejemplo de la clásica ceguera debida al poder absoluto. Solo tal nivel de arrogancia explica la cesión de territorio patrio a grupos terroristas extranjeros, convictos y confesos, solo justificada en la solidaridad socialista. Ese experimento tenía que salir mal y las consecuencias negativas aún están por verse, y calibrarse. Hoy tenemos una confrontación bélica entre facciones de grupos terroristas extranjeros y la fuerza militar del régimen de facto dominante en Venezuela, con saldo letal conocido.
Pero, como es bien sabido, en la ciencia política los imprevistos son demasiado frecuentes, para bien o para mal, estará de cada uno el saber aprovechar tales incidencias. El socialismo secuestró a Venezuela desde el año 2002, con todo el horror implícito. Se comprenderá entonces la pertinencia de atisbar y promover en ese ¨ajuste de cuentas¨ del socialismo y sus iguales otra gran oportunidad de liberación nacional y restablecimiento pleno del orden constitucional.
Veamos. Si con antelación a ese conflicto en Apure -sólo entre fuerzas militares socialistas-, la emigración ilegal venezolana hacia países vecinos alcanzaba dimensiones políticamente preocupantes para esas naciones hermanas, hoy en día tal movilización humana se puede presumir duplicada.
Así las cosas, cabría esperar que en el marco del Derecho Internacional Público la comunidad democrática continental esté planteándose con sensatez una inminente intervención en el antedicho conflicto bélico que en razón del grave perjuicio para la región, amerita cesación por todos los medios consagrados al efecto en la normativa internacional, en específico el principio de Responsabilidad de Proteger de la Organización de las Naciones Unidas y el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, instrumentos jurídicos internacionales con plena vigencia en suelo patrio, sobremanera considerando que se trata de un conflicto armado en medio del genocidio causado en Venezuela por el socialismo dominante ¡Ni un paso atrás! Oración y trabajo.