El socialismo nunca ha sido invencible
Su fortaleza como ideología política radica en la pervivencia de una estafa: esa que consagra a la igualdad como un valor absoluto, falacia esta que la humanidad no logra contrarrestar todavía, muy a pesar de su alto costo en vidas humanas y pérdidas materiales.
Sin embargo, por tratarse de un entuerto doctrinal, su cabal resolución yace indudablemente en el campo de las ideas y por ende en la educación. De hecho, mantenemos nuestra convicción en torno a la continuidad del socialismo como una paradoja esencialmente causada por el desconocimiento que aún reina en la humanidad sobre el efecto letal de sus políticas en gobierno, por muy extraño que esto parezca.
Así entonces resulta muy sencillo colegir sobre la ascensión y permanencia del socialismo en Venezuela habida cuenta la notoria vulnerabilidad de nuestro Estado Democrático de Libertades a partir de la estatización del negocio petrolero el 1º de enero de 1976, degradación institucional que alcanzó su clímax el 6 de diciembre de 1998 con el triunfo electoral de Hugo Rafael Chávez Frías por la Presidencia de la República de Venezuela.
Dicho lo anterior, apostamos por la aplicación a lo inmediato de una prevención fundamental: Todas las organizaciones demócratas que hacen vida en Venezuela deben profundizar su trabajo de difusión conceptual relativo a la naturaleza inhumana del socialismo como realidad política, sobremanera en cuanto a sus postulados más nocivos: Propiedad social de los medios de producción, lucha de clases, e igualdad económica de la sociedad. Jamás la mentira alcanzará un mayor valor que la verdad, y por siempre el trabajo se impondrá por encima de la ociosidad. Oración y Trabajo.