Grandes temas de la Consulta Popular
Intervención en el Foro “La Consulta Popular” organizado por el Centro Popular de Formación Ciudadana en el marco del programa “Un Café por Venezuela”
«De las virtudes útiles, me hace falta, y mucha, la hipocresía» Andrés Eloy Blanco “Poda”, enero 1934
Debo agradecer antes que nada al Centro Popular de Formación Ciudadana por esta oportunidad para debatir algo que está profundamente ligado a la ciudadanía, que no es otra cosa que su participación en los asuntos que le conciernen directamente, a través de los mecanismos que la Constitución establece para decidir el devenir del país. ¿Y que otra cosa más se puede debatir en la Venezuela actual que no sean las maneras de dar término a esta tragedia que nos agobia desde hace más de 20 años?
El Poeta del Pueblo, Andrés Eloy Blanco, escribió en la presentación del compendio de sus poemas de 1923 a 1928, titulado “Poda” (1), una frase que me dejo ciertamente sorprendido: “De las virtudes útiles, me hace falta, y mucha, la hipocresía”. El contexto de la frase fue igualmente sorprendente. El poeta indicaba que se estaba “podando” a sí mismo como un árbol para poder crecer, dejando atrás su adolescencia de “epígono literario” como el mismo se llamó. Poemas inmortales de la venezolanidad fueron escritos en esa época: El Limonero del Señor, Las Uvas del Tiempo, La Renuncia, Coplas del Amor Viajero, que son una parte importante de nuestra herencia cultural, vieron la luz antes que el Poeta del Pueblo evolucionara al extraordinario ser político que todo el mundo conoció posteriormente.
Y Andrés Eloy Blanco dijo allí para la historia que le faltaba la hipocresía y demostró luego con creces que se puede ser un extraordinario político sin esa condición. “Hipocresía: 1. f. Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan” (DRAE).
El político tradicional venezolano dispone por mucho de esa “virtud útil”, como la llamó el poeta. ¿Por qué traigo a colación esta historia? Porque a quienes les tocan las responsabilidades mas graves en los tiempos de mayor crisis fingen cualidades que no tienen para engañar a quienes les toca encarar, escondiendo las verdades que se le tienen que decir a la gente. Venezuela tiene que rescatar de alguna manera el ejercicio de la verdad en aquellos a quienes corresponde solucionar los problemas y señalar los caminos, y más aun en las épocas más oscuras como las que vivimos en la actualidad.
De la Consulta Popular se ha especulado mucho y se han dicho muchas cosas que no se corresponden a lo que el grupo al que me honra pertenecer, la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, propuso en su sentido correcto. Para simplificar voy a plantear cuatro grandes temas asociados con la Consulta Popular que han despertado muchas inquietudes en los venezolanos, hablándole lo más claro posible a la audiencia de este Café por Venezuela:
Primer gran tema: La Consulta Popular le pertenece a la Sociedad Civil
Muchísimas preguntas nos han llegado indicando el por qué si la Consulta Popular es de la Sociedad Civil, los partidos políticos la están utilizando para promocionarse en todo el país. Esto ha causado enfrentamientos y disgustos que se han traducido en malestar de la población no afecta a los partidos -que es la mayoría- que dice que si los partidos están de por medio en esa Consulta no participarán ni ayudarán a que se realice. Desde nuestro planteamiento al Presidente Encargado uno de las primeros puntos que se abordaron con él y su grupo cercano fue que una Consulta Popular planteada desde la MUD/FA iría directo al fracaso.
Eso fue claramente comprendido por el Presidente y su equipo. De allí que el Comité Organizador juramentado por la Asamblea Nacional esté compuesto exclusivamente por personalidades de la Sociedad Civil, como los distinguidos personajes que me acompañan hoy, en una clara demostración de reconocimiento a quienes propusimos este camino a los venezolanos. Sin embargo al parecer ese reconocimiento llegó hasta allí. Inmediatamente que se anunciara la organización del evento, las maquinarias de los partidos se movilizaron en todo el país pasándole por encima a todo el mundo, y desconociendo el rol ciudadano en algo que solo puede tener éxito si la ciudadanía es la protagonista. Los partidos siguen pensando que sin ellos es imposible salir del régimen cuando es precisamente todo lo contrario: con ellos interponiéndose los ciudadanos no saldremos de esta tragedia. Se tienen que poner de lado para que el Pueblo se exprese y ordene el Cese de la Usurpación de Nicolás Maduro Moros. La “interceptación” de la Soberanía Popular, como bien ha bautizado y repetido muchas veces la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, a esa execrable conducta de los partidos políticos es la razón principalísima del porque los ciudadanos se tienen que hacer presentes en la solución de este problema a través de este instrumento.
¿Cómo se resolvió el impasse? Que cada quien jugara un rol diferente en la Consulta Popular, en una suerte de juntos pero no revueltos. Y ya que los partidos decidieron el sitio y número de los centros de la consulta manual, utilizando todos los recursos que tenían para eso, sin compartirlos con nadie, que se ocuparan ellos de esos centros. Los ciudadanos nos ocuparemos entonces de movilizar a la población mayoritaria utilizando los días de la votación electrónica para que ningún venezolano que no se pueda trasladar por cualquier circunstancia a los 7.000 centros de votación manual, o no disponga de la tecnología necesaria para introducir su voto, no se quede sin votar, utilizando la asistencia de promotores de la Sociedad Civil en las cercanía de sus hogares. Esa mayoría del país. 7.000 centros manuales no serán suficientes para cubrir a toda Venezuela. Por razones que ellos solo conocen los partidos nuclearon los centros electorales en lugar de hacer todo lo contrario como lo propusimos. La Consulta Popular se trasladará entonces a la casa de la gente o sus cercanías en todo el país de la mano de los ciudadanos.
En el caso internacional, lamentablemente no habrá otra manera de participar que no sea electrónicamente, pero sugerimos encarecidamente a los grupos de venezolanos organizados de la sociedad civil en esos países que hagan lo mismo que nosotros para aquellos casos en los que haya venezolanos que no tengan manera de acceder a un punto electrónico. Estoy seguro que habrá muchos de esos casos en los países y ciudades latinoamericanas donde migró caminando la mayoría de los venezolanos, como los casos de Colombia, Bolivia, Ecuador, o Perú, y casos emblemáticos como el de Cúcuta donde hay no menos de un millón de venezolanos en condiciones sumamente precarias.
Segundo gran tema: Las preguntas de la Consulta Popular
Esto pareciera ser un tema tabú. Todo el mundo pregunta y nadie contesta. Me equivoco, si contestaron el Presidente Encargado Juan Guaidó y el Primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional, Juan Pablo Guanipa, que han repetido hasta la saciedad que serán las preguntas con claro sentido electoral que se formularon en el Acuerdo de la Asamblea Nacional del 1ro de octubre de 2020. Nosotros en ANCO nos opusimos firmemente a eso y enviamos una comunicación al Comité Organizador de la Consulta Popular el 24 de Octubre de 2020, que firme yo en representación de la Alianza. El Alto Consejo Ciudadano juramentado por el Comité Organizador de la Consulta Popular, se opuso también a eso indicando que había que cambiar las preguntas formuladas por la Asamblea Nacional en palabras del discurso del Dr. Oswaldo Álvarez Paz.
Las preguntas que la Asamblea Nacional estableció deben ser revisadas porque están mal hechas. No cumplen con el itinerario establecido en el Estatuto para la Transición Democrática de Febrero de 2019: Cese de la Usurpación, Gobierno de Transición y Elecciones Libres, En ese orden. En eso no vamos a transigir. En este momento se encuentran en revisión, y mal harían los partidos políticos en insistir que las preguntas serán las propuestas inicialmente por la Asamblea Nacional que van en el sentido opuesto del sentimiento de la gran mayoría de los venezolanos. Maduro y su régimen deben abandonar el poder antes de realizar cualquier elección en el país.
Y algo muy importante: el éxito de esta consulta a los venezolanos si depende de las preguntas que se hagan. No tiene en absoluto ningún sentido consultarles a los venezolanos si desean unas elecciones con el régimen en funciones de poder. Sería una burla a los muertos y los presos de este régimen homicida. No participaríamos en una farsa como esa, y no solo ANCO, sino ningún venezolano decente. Ese es y seguirá siendo el motivo propuesto de esta Consulta Popular planteada en los términos de la sociedad civil. Muy pronto el país conocerá el texto definitivo de las preguntas que la Asamblea Nacional decida después de nuestra solicitud de reconsideración. Ese será el momento definitorio de esta Consulta Popular.
Tercer gran tema: La Consulta electrónica
No es para nadie un secreto cual ha sido mi posición pública en relación al voto electrónico en Venezuela. Llevo años escribiendo sobre el asunto. Fui testigo técnico de la Sentencia del Tribunal Supremo de Justicia en el exilio que decidió la nulidad del sistema electoral electrónico que hay en Venezuela. Con la información completa que se le entregó al Presidente Encargado, derivado de nuestra reunión del 4 de Septiembre, iba un documento en el cual describimos, en términos generales, como habíamos pensado en ANCO la implementación técnica de la Consulta Popular. Hemos estudiado a fondo este aspecto. Allí indicamos explícitamente lo siguiente: “No se contemplen votos electrónicos por Internet. ANCO avala completamente la Sentencia de la Sala Electoral del Tribunal Supremo Legítimo del 13 de Junio de 2018 que declara “Nulo e inaplicable a partir de esta fecha el uso de del Sistema automatizado de votación y escrutinio para la elección de cargos de representación popular de los poderes públicos, así como para la celebración de referendos, en los términos señalados en el artículo 295.5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. De allí que nuestra propuesta esté apegada estrictamente a esa decisión.”.
Un “Referendo” no es una Consulta Popular, que está bien establecida en el Artículo 70. Sin embargo el principio que he sostenido siempre es que sin un Escrutinio Manual con testigos, público y boletas, donde la gente vea el conteo final con sus propios sentidos, el resultado digital de una decisión emitida desde un equipo electrónico puede ser susceptible a ser manipulado por cualquiera con nefastas intenciones, como efectivamente lo han demostrado las actuales elecciones en los Estados Unidos. Es por eso que he escrito y señalado que todo el sistema electoral venezolano está corrompido hasta los cimientos y no puede ser usado para una nueva elección de cualquier tipo en Venezuela, hasta que se haga una profunda revisión para producir un cambio técnico, procedimental, organizativo y jurídico. Y esto no se puede hacer con el régimen en el poder. Lo contrario sería un suicidio.
A pesar del material entregado, el equipo del Gobierno Encargado comenzó la implementación técnica en un sentido completamente opuesto, esto es, el diseño de la Consulta Popular utilizando medios electrónicos, argumentando las dificultades materiales de la participación presencial en Venezuela y el mundo por la pandemia del Covid-19. Si bien eso es cierto, el tema era una cuestión de organización. Propusimos multiplicar el número de centros a cargo de la Sociedad Civil para que la gente pudiera trasladarse caminando lo más cerca de sus hogares y realizar el acto de votación manual en pocos segundos, lo que nos daba una ventaja adicional de hacer imposible el accionar de los grupos violentos en contra de un reducido número de centros. Sin embargo eso significaba que los partidos perdían el control de los centros de votación y toda la logística asociada que están acostumbrados a manejar.
Paradójicamente el hacer la Consulta Popular con celulares y páginas en la web, nos dio la solución de la participación masiva de aquellos que se quedaron afuera por imposición de las líneas partidistas. Hemos creado grupos de ciudadanos en todo el país dispuestos a movilizarse, como antes lo indique en el primer gran tema. Para tratar con el problema de la “virtualidad” de la participación de la gente, nuestros voluntarios certificarán la participación de los votos virtuales que recojan, constatando que los participantes son personas de carne y hueso con cedulas de identidad, las que efectivamente están emitiendo su opinión a través de los medios digitales. Convertiremos la mayor cantidad posible de votos virtuales en presenciales en todo el país. Si bien es cierto que este procedimiento de ninguna manera es suficiente para resolver el voto virtual solicitado, al menos nos dará una importante prueba de la participación de la gente en este esfuerzo de todos.
Cuarto gran tema: La decisión de ANCO de unir esfuerzos con una Presidencia Encargada descreditada ante la opinión pública
Este es uno de los temas más álgidos que deben ser encarados sin ningún tipo de evasión. Responsablemente ANCO decidió plantearle a la única institución legitima del pueblo, reconocida nacional e internacionalmente, esta solución. Pudimos no haberlo hecho pero objetivamente todos los factores políticos internacionales a quienes consultamos fuera del país siempre remitían al Gobierno Legitimo de Juan Guaidó. La Consulta Popular como propuesta solo era viable si el Gobierno Encargado la asumía como suya AUNQUE fuera una iniciativa de la sociedad civil. Pero era necesario que fueran los ciudadanos quienes la representaran y condujeran. Eso solo se logró a medias. Los partidos políticos hicieron lo que están acostumbrados a hacer y que nosotros los ciudadanos les hemos permitido. Esa es la verdad. En la medida que eso no cambie y ellos no se subroguen al mandato que el pueblo les conceda, no habrá un cambio significativo en la condición de los venezolanos. Esta primera aproximación de trabajo conjunto – juntos pero no revueltos – es un éxito de los ciudadanos, pero todavía falta muchísimo para que esto cambie.
El descrédito del Gobierno Encargado por sus malas ejecutorias durante casi dos años al frente de la oposición ha afectado el convencimiento y la participación ciudadana para este esfuerzo monumental que tenemos que hacer. La división brutal de la oposición que considera que Guaidó ya es un lastre que debe ser sustituido le ha puesto barreras a lo que se puede hacer con la Consulta propuesta. Ese es el costo de hacer este proceso con el sector político. Y efectivamente, pareciera que nos lanzamos al agua para salvar a alguien que se ahoga y que se está colgando del cuello de la sociedad civil para evitar hundirse y morir. Allí lo que cabe, como cualquier salvavidas, es darle un cocorrón y dejarlo sin sentido para poder llevarlo a la orilla y salvarnos los dos. No podemos dejar que ese peso muerto nos lleve al fondo porque estamos hablando de Venezuela. Hay que hacer lo que tengamos que hacer para el mayor interés de los venezolanos.
Nosotros no estamos en el plan de salvarle el cuello a Guaidó o su continuidad administrativa porque no nos corresponde, sino salvar a Venezuela. Los ciudadanos investidos o no de autoridad están en el deber de hacer eso como dice la Constitución; y lo estamos haciendo con una propuesta por la que todavía estamos luchando con el sector político para que no se desvirtúe y creo que nos acompañan las fuerzas vivas más importantes del país. Haremos el mayor esfuerzo para no ahogarnos en el intento. Después que estemos todos a salvo en la orilla, los ciudadanos tendremos que ocuparnos de encontrar quienes demostraron tener las condiciones necesarias para sacarnos del hondo hueco donde nos metieron como República, en una nueva etapa de la vida del país. Y una de las condiciones para encontrar a esos ciudadanos es precisar quién nos habla con la verdad y sin hipocresías, virtudes que una vez tuvo un gran poeta y extraordinario político venezolano en 1934…
Muchísimas gracias,
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Luis Manuel Aguana es Doctor en Estudios del Desarrollo, MSc. en Economía Internacional y Licenciado en Computación, de la Universidad Central de Venezuela
(1) Andrés Eloy Blanco, Poda Saldo de Poemas 1923-1928, Quinta Edición, Ed. Yocoima Venezuela-México, 1956