Venezuela de primero
No puedo negar la satisfacción que tuve cuando el Gobierno Encargado y el Presidente Encargado Juan Guaidó asumieran la Consulta Popular como parte integral de la ruta política anunciada públicamente el 7 de septiembre en la lucha por conseguir el cese de la usurpación prometido al momento de asumir la Presidencia Legítima, el 23 de enero de 2019. La consulta no es el logro; el logro es que se haya considerado fundamental por parte del Gobierno Legítimo el pronunciamiento del Depositario de la Soberanía Popular, que no es otro que el Pueblo de Venezuela, para que se devuelva al país a la senda de la democracia y la libertad.
De allí que la discusión realizada el 1ro de octubre de 2020 en la Asamblea Nacional, que planteaba en su 3er. punto “Proyecto de Acuerdo para convocar, con fundamento en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, una Consulta Ciudadana que permita obtener una manifestación de la voluntad popular inequívoca en temas de interés nacional”, fuera de extraordinaria importancia para los venezolanos. De esa discusión se aprobó el “Acuerdo para promover una Consulta Popular para realizar elecciones Presidenciales y Parlamentarias Libres, Justas y Verificables y rechazar el fraude”.
En la Alianza Nacional Constituyente Originaria (ANCO) hemos trabajado de manera consistente desde hace varios años para que se considerara de manera protagónica y constitucional la voz del pueblo para resolver la gravísima crisis por la que atraviesa el país, razón por la cual celebramos por principio este nuevo Acuerdo aprobado en la Asamblea Nacional para realizar una Consulta Popular. Pero como dijimos anteriormente, la Consulta en sí misma no es un logro. Si se entendió que hay que convocar a los venezolanos para que se pronuncien en relación a los grandes temas que nos ocupan dentro del país, esta Consulta debe tener un propósito bien claro para obtener los resultados que los venezolanos queremos. Y ese resultado no puede ser otro que desalojar al régimen oprobioso de Nicolás Maduro Moros y su banda de narco-delincuentes incursos en crímenes de lesa humanidad.
Desde el principio de su investidura como Presidente Encargado de la República, ANCO ha solicitado a Juan Guaidó la convocatoria de una Consulta Popular. Desde ese momento a esta parte, cuando por fin nos reunimos con el Presidente Encargado en el marco de las consultas abiertas a la Sociedad Civil, ANCO manifestó una estrategia clara en relación a la convocatoria al Depositario de la Soberanía, que incluía no solo las preguntas de esa Consulta propuesta sino el cómo debía ser aplicado ese instrumento, a los fines de que este realmente fuera una solución efectiva al famoso Cese de la Usurpación, la constitución de un Gobierno de Transición con elecciones libres posteriores, y lo más importante que se respetara el mandato del pueblo venezolano.
Aquí no estábamos hablando de unas simples preguntas al pueblo venezolano, sino de todo un constructo político e institucional que logrará el cometido de desalojar, con la ayuda de la Comunidad Internacional, al régimen y restituir la democracia y la libertad en nuestro país. Debo indicar aquí antes de continuar, aunque sea innecesario repetirlo, que lo que escribo en mi blog es la opinión de quien suscribe esta nota, de ninguna manera es la posición de ANCO como organización, que la componen múltiples voces de una sociedad civil regada en todo el país que lucha por una verdadera descentralización del poder en Venezuela, y que tiene un Coordinador Nacional que la representa, el Ing. Enrique Colmenares Finol.
Luego de leer las preguntas que salieron en el Acuerdo de la Asamblea Nacional mi opinión es que, lamentablemente, nuestro planteamiento no fue claramente comprendido.
No se trata que el pueblo “apoye” los mecanismos de presión nacional e internacional disponibles para ir a unas elecciones. No consultamos a un pueblo para ir a elecciones de cargos para políticos. Consultamos al pueblo venezolano para conseguir la libertad ejerciendo de manera directa la Soberanía de la cual es titular (Artículo 5 Constitucional) ordenando el desalojo de un usurpador. No se convoca a un pueblo para conseguir a unas elecciones Presidenciales y Parlamentarias para poner fin a la usurpación. Se convoca al pueblo para poner fin a la usurpación para luego poder realizar unas elecciones libres, a través de un Gobierno de Transición integrado por todos los factores de la vida nacional que le den estabilidad al país que venga inmediatamente después. Por otro lado el rechazo a las elecciones parlamentarias es irrelevante, no solo porque eso lo demostrará el pueblo venezolano en su momento no concurriendo a ese fraude cuando el régimen se atreva a convocarlo, sino porque no existe ningún país libre en el mundo que las haya reconocido por lo ilegal de su convocatoria.
Quiero hacer especial énfasis en lo electoral. En el punto 6.4 del Acuerdo dice “La consulta podrá utilizar como plataforma para el ejercicio del derecho a la participación todos los medios disponibles, permitiendo la participación mediante plataformas mixtas: electrónica, correo convencional, presencial, itinerante y cualquier otro mecanismo que la tecnología permita”. Dentro de los documentos entregados por ANCO al Presidente Encargado se indica claramente: “ANCO avala completamente la Sentencia de la Sala Electoral del Tribunal Supremo Legítimo del 13 de Junio de 2018 que declara “Nulo e inaplicable a partir de esta fecha el uso de del sistema automatizado de votación y escrutinio para la elección de cargos de representación popular de los poderes públicos, asi como para la celebración de referendos, en los términos señalados en el artículo 295.5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”. De allí que nuestra propuesta esté apegada estrictamente a esa decisión”. Se desprende de esa declaración que nuestra propuesta no plantea ninguna posibilidad que admita votos electrónicos o por Internet en esa Consulta Popular. De manera que ya por ese lado lo decidido en ese Acuerdo no fue lo que le planteamos al Gobierno Encargado.
En nuestra propuesta, el mandato del pueblo venezolano debía ser respaldado antes de producirse la Consulta por quienes pueden hacer efectivo ese mandato del Pueblo por la fuerza, logrando como se debe los compromisos necesarios de la Comunidad Internacional. En otras palabras, si el Gobierno Encargado estaba de acuerdo con recorrer este camino, primero debía conseguir de todos los países que dicen reconocerlo el apoyo previo a un mandato que solo el Pueblo en ejercicio de su Soberanía puede dar, haciendo efectivo el Principio de Autodeterminación de los Pueblos. De allí que dijéramos siempre que Maduro debía ser presionado desde afuera por la fuerza de las naciones libres para permitir realizar ese proceso liberador. ¿Se dan cuenta que no estamos hablando solo de unas simples preguntas?
Dicho de otra manera, la Consulta no es una consulta en sí misma. ¡Es mucho más allá que eso! Es el mecanismo perfecto, pacífico, constitucional y electoral para hacer efectivo el desalojo del régimen a través de un mandato inapelable del pueblo venezolano. Es por eso que las preguntas planteadas por ANCO están atadas a ese recorrido, a lograr que la Comunidad Internacional nos ayudara a que se hiciera efectivo el uso de la fuerza, si era necesario, pero con una clara autorización del pueblo venezolano. Vistas como se plantearon las preguntas de la Asamblea Nacional, el problema pareciera que no es liberar a Venezuela, sino conseguir cargos minúsculos en unas elecciones, dejando de lado el Gobierno de Transición y el fin de la usurpación de Nicolás Maduro Moros. Obviamente el Gobierno Encargado está dándole a este mecanismo otro significado que no es el que nosotros le propusimos.
Como indiqué, ANCO entregó al señor Presidente Encargado y su equipo las preguntas y toda la información correspondiente para iniciar este proceso. Lamentablemente esto se perdió en el camino. Pero dejamos constancia al pueblo venezolano de lo que entregamos en este comunicado del 6 de septiembre, el día anterior del anuncio de la Ruta Unitaria del Gobierno Encargado.
Nunca podré estar en desacuerdo en convocar una Consulta Popular, sea cual sea su propósito y cualquiera sean las preguntas destinadas a que el pueblo decida asuntos de extrema importancia, ya que el pueblo puede y debe ser consultado cuantas veces sea necesario. Eso es constitucional. El tema está convocarla sin el claro propósito y en la dirección de salir de unos criminales de lesa humanidad en el poder. Están aun a tiempo para rectificar. La Consulta todavía no se ha hecho y siempre existe el chance para hacer bien las cosas.
En ANCO nunca nos planteamos esta Consulta Popular como un instrumento más para confrontar al régimen, como podría hacerse con una marcha o una manifestación en la calle. No. Nos la planteamos seriamente como la solución final donde el pueblo venezolano ejerciendo un mandato claro, le pone fin definitivo, y sin alargar más, al desastre donde nos han llevado todos los que han administrado de una u otra forma el país, tanto del lado del régimen como de la oposición, abriéndole camino a un nuevo amanecer democrático y de libertad, de la mano de todos los venezolanos.
Lo pensamos en grande, más allá de las mezquindades y las apetencias políticas, poniendo al país por delante. Nunca saldremos de esta crisis con pensamientos minúsculos y subalternos, buscando un posicionamiento para la próxima elección. Ya va siendo hora de que quienes tengan las riendas opositoras pongan a Venezuela de primero. Solo así saldremos de esta tragedia…
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