Únanse, Guaidó y María Corina
En torno a las parlamentarias y demás escenarios políticos del país, permítannos realizar las siguientes consideraciones:
1) Se pierde tiempo creyendo que la voz de mando de los políticos y sus organizaciones tienen injerencia definitoria en el comportamiento electoral del venezolano. El fenómeno de la abstención no se debe a ellos. Ocurre porque al venezolano le arrebataron sus líderes naturales, así como en Rusia, los partidos y liderazgos con mayor arraigo en la población han sido inhabilitados, encarcelados u obligados al exilio. Además, el voto fue acribillado. Es absolutamente inoficioso toda vez que el chavismo recupera lo que pierde en urnas a través de la violencia (des)institucionalizada, el voto no premia, castiga, ni genera cambios. Las instituciones se encuentran psuvizadas. Son inservibles, por tal motivo el venezolano no vota desde 2017, ni lo volverá hacer hasta tanto esa situación cambie drásticamente.
2) Se intenta crear un mito, apoyado en el dominio comunicacional del régimen y sus nuevos aliados “opositores”, en el que trillan hasta el cansancio “la abstención no ha valido de nada”. Ello también es absolutamente falso. Desde que el venezolano decidió no convalidar las fatídicas elecciones en “condiciones mínimas” que nos han deparado una Venezuela en mínima condiciones, el régimen perdió toda legitimidad y legalidad, llevándolo al desconocimiento internacional con todas sus consecuencias. En 3 años de abstención se ha golpeado al régimen muchísimo más que en 17 años de elecciones paralegales.
3) Las condiciones de arrinconamiento en la que se tiene al chavismo pueden variar sí se le otorga el reconocimiento a otro proceso electoral al margen de la ley. Es decir, si la oposición legítima, liderada por Guaidó y María Corina Machado, acepta acudir a las parlamentarias, dándole automáticamente reconocimiento el actual CNE (más chavista que el anterior), reconocimiento al TSJ express, a las FANB “profundamente chavista” según lo confesa cada vez que puede Padrino López y a la misma ANC con todos sus actos, ante la que muy seguramente se juramentarán los diputados electos el 6D pues el chavismo no desperdicia oportunidad para humillar al máximo a sus oponentes en cada ocasión que se le presente.
4) Otra costosísima lección que se pretende omitir es que: aún la oposición ganado electoralmente el chavismo jamás pierde ¿Qué se hace sí se gana la Asamblea Nacional el 6D? Lo mismo que ocurre cuando la oposición gana una gobernación, alcaldía o poder público, es decir ¡Nada! El chavismo inmediatamente resta recursos, competencias e impone un poder paralelo impuesto a dedo. Lo hizo con la AN 2015, el poder público más votado en toda nuestra historia. ¿Qué nos asegura no lo volverá hacer, más aún con una ANC supraconstitucional, por encima de Dios, el pueblo y todo sobre la tierra?
5) También es horrorosamente falso que son las mismas condiciones de 2015. Luego de que el chavismo recibiera semejante castigo popular, el régimen se vacunó contra futuros escenarios similares. Es por ello que impone electores, partidos, candidatos y, según la misma Smartmatic, resultados. Además, se autoconfirió una ANC con la descripción arriba señalada. Fíjese. ¿Qué gobierno va querer medirse electoralmente cuando todos los indicadores de gestión son faraónicamente los peores? La inflación más elevada del mundo, culpable de una de las inseguridades más terribles del planeta, acelerada contracción económica, la segunda diáspora más grave del globo terráqueo, ruina más acelerada de servicios públicos, escasez de gasolina, gas, etc. ¡Ninguno! Ello alerta que tras estas parlamentarias “algo huele a podrido”. Una inequívoca señal es el inconstitucional aumento de 110 diputados los cuales pueden ser “ajustados” en las circunscripciones donde el chavismo tradicionalmente gana… es un “seguro” en caso la oposición decida votar.
6) Todo está servido para que en caso la oposición legítima/legal decida acudir a votar nadie pueda obtener la mayoría calificada, obligando al TSJ express o ANC tomar las decisiones que la nueva AN no podrá tomar por falta de acuerdo… en su mundo desinstitucionalizado el chavismo no da puntada sin dedal.
Ahora bien, la inmensa mayoría de los venezolanos quieren cambios radicales – no a largo plazo sino a corto. Quieren votar, pero no en “condiciones mínimas” sino en condiciones de constitucionalidad. Quieren escuchar propuestas, planes, apoyar acciones, pero no de esa “nueva oposición electorera” sino de sus líderes legítimos.
Ante el forjamiento de una “oposición electorera”, Guaidó, en quien recae la legitimidad y legalidad por ser Presidente de la AN, y María Corina Machado, en quien recae la mejor comprensión política del país, además con ascendencia internacional, deben sumar esfuerzos para la conformación de una oposición real y depurada, en búsqueda de soluciones reales para una Venezuela que ya no puede continuar aguantando un infierno maliciosamente impuesto… Guaidó, María Corina ¡únanse!
@leandrotango