El socialismo y su oposición
Si bien es cierto que el genocidio en curso permitió identificar claramente a nuestros verdugos, no lo es menos el que la permanencia de ambos depredadores en el poder hacen de Venezuela un territorio cada día más bárbaro con las consecuencias que de ello se derivan.
Así las cosas, no puede quedar en el olvido la responsabilidad penal de todos y cada uno de los partícipes en este horror, sobremanera sus líderes, tanto del lado socialista como por el bando de los traidores y colaboracionistas. Inspiran fundada sospecha aquellos dirigentes que a la fecha presente aún evaden una legítima activación del artículo 187 #11 de la Carta Magna, base para iniciar el restablecimiento del orden constitucional, ¨recomendando¨ en su lugar alternativas de probada ineficiencia, exhibiendo así la indiferencia ante el exterminio de un país entero.
Ejemplar castigo el que merecen quienes de un lado y otro anhelan perpetuarse en sus cargos, unos para continuar encabezando la gestión de esclavitud y muerte conforme a la receta socialista, y otros para cohonestar dicha masacre bien desde la Asamblea Nacional o escudados en la fachada de una Presidencia Encargada que ellos vaciaron de contenido por propia incapacidad.
Prohibido olvidar esos nombres. Sepultureros todos de generaciones venezolanas, las más recientes víctimas de otra estafa socialista, y de su infaltable oposición. Tengamos igualmente presentes a quienes desde el 11 de abril de 2002, con trabajo, honradez y patriotismo constituyen la excepción de la regla en cuanto a la clase política venezolana, evidencia de que no todo está perdido. Ora y labora.