La abstención no es un lineamiento

Opinión | junio 12, 2020 | 6:26 am.

No hay mayor deseo de quien les escribe que el voto fuera la herramienta ciudadana por excelencia para la generación de los cambios que demanda la patria. Pero la realidad indica lo contrario. Sí fuera así el país desde hace años hubiese dejado atrás la tragedia comunistoide… y fuera solo un mal recuerdo.

Desde sus inicios Chávez desconoció la voluntad popular. En 2001 y 2002 se suscitaron los lamentables hechos de protesta social por negarse medir en un referéndum consultivo, que no era vinculante. En su afamado programa dominical “Aló Presidente” infirió “Así pierda 10% a 90% no voy a renunciar”. Solo cuando pudo asegurar a Jorge Rodríguez como presidente del CNE en 2004, a la par del peor hecho (in)fortuito de nuestra historia (el boom petrolero) aceptó medirse en aquel revocatorio con la utilización de recursos e instituciones publicas ya dominadas por él.

En 2007 pierde la reforma constitucional, pero la impone vía habilitante sin importarle el pueblo la había rechazado. Entre 2008 y 2009 pierde alcaldías y gobernaciones, las cuales recupera a través de desviación de recursos, competencias y tras la imposición de “protectores” totalmente inconstitucionales.

En 2010 el chavismo pierde la Asamblea Nacional en votos, pero la AN y CNE del momento maquinaron una reingeniería antidemocrática para asegurar al Psuv la mayoría de parlamentarios aun siendo minoría en el país.

En 2012, según lo confesará Jorge Giordani en su famosa epístola, Chávez dilapidó el erario venezolano para poder ganar, misma fórmula aplicó Maduro en 2013 en un proceso comicial mucho más oscuro, el cual no se permitió auditar 100%.

En 2015 la debacle final del chavismo, aún con toda la ventaja de recursos, dominio institucional y con la reingeniería antidemocrática que aplicó en las parlamentarias anteriores, pierde por paliza la Asamblea Nacional. Dos semanas más tarde, entre gallos y media noche decembrina, el TSJ rojo rojito interrumpe sus vacaciones para eliminar “provisionalmente” 3 diputados a la MUD a fin de anular la mayoría absoluta que permitiera a la oposición, entre otras facultades, convocar una constituyente real… a más de 4 años todavía estamos a la espera de la sentencia final.

En 2016 el régimen se burló de los venezolanos evadiendo el revocatorio, jurídicamente hablando, de la manera más vulgar posible. En 2017 el chavismo se desnuda, consuma un intento constituyente ilegal, ilegitimo, ensangrentado. Desde entonces, perpetra procesos electorales imponiendo partidos, candidatos, electores y resultados… las presidenciales 2018 fueron el mayor descaro, las cuales le costaron al régimen el último vestigio de legalidad que le quedaba e infinidad de sanciones.

De este modo se demuestra, no con retorica sino con hechos, que el chavismo es inmune a lo electoral. Aun perdiendo los espacios no pierde. Como vemos, los recupera asfixiándolos económicamente, quitándoles competencias, inventando desacatos, protectores, persiguiendo a los titulares, inhabilitándolos o encarcelándolos

¿Cómo es que las próximas parlamentarias van a generar resultados distintos? Sí apenas en enero 2020 el chavismo se apoderó de la directiva AN a través de un golpe parlamentario perpetrado por una supuesta “oposición que ataca solo a la oposición”, mismos que le sirvieron en bandeja de plata al TSJ la decisión de ratificar “la directiva de Parra”, la designación del CNE y son los únicos que piden más elecciones desinstitucionalizadas… se pagan y se dan el vuelto.

Son muchos los escenarios que pueden dar a Venezuela los cambios que amerita urgentemente, pero definitivamente, el electoral no es uno de ellos, al contrario, afianza el caos.

Para finalizar, es un craso error creer la abstención es producto de lineamientos partidistas ¡Ello es absolutamente falso!

En las regionales 2017 la oposición podía ganar al menos 17 gobernaciones y llamó desaforadamente a votar, pero los venezolanos no acudieron a las urnas porque el asesinato de la Asamblea Nacional 2015, poder público más votado en nuestra historia, terminó de aniquilar la esperanza en el voto. De hecho, el pueblo tuvo la razón, las 4 gobernaciones opositoras que se ganaron son hoy cascarones vacíos, prácticamente solo pagan nóminas, el régimen les arrebató recursos, competencias y están supeditadas al “protector”, al chavismo.

La abstención es un fenómeno meramente social. Espontáneo. El sentimiento de rechazo más genuino del venezolano en contra de una desinstitucionalización desalmada, corrupta e inútil a los intereses de la nación, fue la abstención la que permitió al mundo conocer la realidad política del país.

Ni que la figura política mayormente percibida como opositora, María Corina Machado, mande a votar el venezolano acudiría ¡No irá! sencillamente porque mientras en las oficinas públicas usted se encuentre una foto de Chávez y del “nuevo Bolívar” el venezolano ¡jamás volverá creer en el voto! el chavismo lo sabe y por eso clama elecciones tras elecciones de la mano de una falsa oposición que solo representa las cúpulas de partidos microscópicos.

Las próximas parlamentarias solo traerán más registros históricos de abstención. Otra institución chavista desconocida por el mundo y el diario agravamiento de las penurias de los venezolanos… que ya hoy son inaguantables.

@leandrotango