Donald Trump, antisocialismo ejemplar
El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, está brindando una cátedra sobre la manera eficiente de gobernar en favor de la prosperidad y la estabilidad de un país, al tiempo que somete al socialismo doméstico en sus pretensiones de anarquizar a la primera potencia del mundo.
No bastaba con la enorme problemática implícita en el virus comunista chino, crisis que hubiera bastado para que un mandatario socialista promedio arrojara la toalla por sobre cualquier pretensión superior a la mera supervivencia política. Pero además se hizo presente el peligroso escenario de manifestaciones públicas generalizadas vinculadas a la discriminación racial.
Dos estupendas oportunidades para que el Presidente de los Estados Unidos de América desplegara todo su arsenal político anti socialista hasta lograr en primer término: Impulsar con fuerza la maquinaria laboral de USA en contra por supuesto del socialismo militante siempre presto a la vagancia y la desvergüenza. Para de seguidas, y frente a la violencia socialista capaz como es de infiltrar legítimas protestas pacíficas, proceder a coordinar el inmediato despliegue de la fuerza pública con la contundencia necesaria para someter y dominar de forma rotunda y abrumadora a los saqueadores, incendiarios, ladrones, en fin todos aquellos violentos en la vía pública, esos que tanto apoya el socialismo militante.
Es innegable que Donald Trump está brindando un importante legado para el antisocialismo mundial, en específico para América Latina, mostrando cómo a través del trabajo, la ley y el orden es posible encauzar las fuerzas vitales de toda nación en pro del Bien Común. Venezuela no será la excepción una vez logremos la activación del artículo 187 #11 de la Carta Magna
¡Ni Un Paso Atrás! Ora y labora.