¿Xenofobia aldeana?
«Nuestra verdadera nacionalidad es la humanidad» Herbert George Wells
El peligro mortal del virus chino pareciera que nos tiene en el umbral del paroxismo. Entendemos perfectamente que todos, de no acatar rigurosamente las indicaciones de las autoridades sanitarias, estamos expuestos a ser víctimas de la infección y pasar a mejor vida. No hay un ápice de dudas.
Ahora bien, en medio del peligro general estamos obligados a no hacernos ecos de falsas noticias y, mucho menos contribuir con su divulgación para sembrar pánico. Hacerlo es una acción criminal ¡Cuidado! La cuestión no es juego.
El umbral del paroxismo está llegando a extremos tan peligrosos que, pareciera, nos está invadiendo el perverso sentimiento xenófobo aldeano y hasta vecinal cuando ponen a correr por las redes denuncias infundadas de vecinos, supuestamente, infectados con la peste china. Sin pruebas mínimas y sin medir consecuencias. Es inhumano.
Todos estamos obligados a cuidarnos, protegernos y estar alertas con el entorno vecinal y aldeano. Pero también es necesario tener un mínimo de cuidado para no inducir pánico. Hay que cuidar las formas para que las formas nos cuiden y cuiden la tranquilidad vecinal y de nuestra aldea. La paz y la tranquilidad, también, es importante y preservarla es tarea y responsabilidad colectiva. No perdamos el juicio.
Los vecinos son la familia más cercana y, la aldea, nuestro espacio vital. Cuidémoslos.
El estado general de sospecha, el rechazo y la discriminación automática, partiendo de hechos supuestos o apreciaciones ligeras e inducidas por el temor, puede entrar en la categoría de la xenofobia aldeana y vecinal. Está pandemia china pasará. Volverá la normalidad y, tenemos que salir más fortalecidos, solidarios y hermanados. Nunca olvidéis: la humanidad es nuestra nacionalidad. No os desesperéis.
¡Quédate en tu casa! Es suficiente. Estamos entendidos ¿O no?
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