¿Por qué fracasó Guaidó?
A riesgo de parecer arrogantes nos atrevemos a manifestar un particular punto de vista. Todo se debe al origen político del Presidente Encargado. Es una sentencia dura pero fundada. Veamos. Cualquier patriota sensato reconoce la plena vigencia de una cultura de corrupción como característica integral de nuestra sociedad cuando menos desde la estatización del negocio petrolero el 1º de enero de 1975 hasta nuestros días, causada en mucho por una dirigencia política de orientación marcadamente criminal, más interesada en el latrocinio que en el interés nacional, con las honorables excepciones igualmente acreditadas.
Lo anterior, historia harto conocida, sirve para comprender a cabalidad el por qué resulta absolutamente imposible que un dirigente proveniente de esa clase política pueda coadyuvar al restablecimiento inmediato del orden constitucional pues ello implicaría derrumbar a un Estado Criminal Socialista que esa misma clase política contribuyó a erigir y hoy le sostiene como su principal aliado. No por casualidad es un hecho público, notorio y comunicacional que todas y cada una de las grandes tratativas propicias a la liberación nacional desde el aciago 11 de abril de 2002 han sido truncadas por factores directamente relacionados con la hoy llamada ¨oposición oficial¨ del que este Presidente Encargado es apenas un reciente protagonista.
Porque jamás veremos a un miembro de esa ¨oposición oficial¨ encabezando un movimiento democrático en pro del restablecimiento pleno de la Carta Magna fundado en: La aplicación efectiva del artículo 187 numeral 11 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la ejecución fáctica del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) o bien el principio de Responsabilidad de Proteger, herramientas políticas del Derecho Internacional Público, indispensables para detener el vigente genocidio. De momento solo un consuelo: Al fin vamos aprendiendo con quienes jamás podremos contar para alcanzar la liberación nacional ¡Viva la República de Venezuela! Ora y labora.