Personajes de mi pueblo (La dinastía Gamboa)
“No todos los hombres pueden ser ilustres, pero pueden ser buenos” Confucio (551 a.C – 479 a.C) Político y filósofo, y chino
Los hermanos Gamboa, José Gervasio y Eliécer José, son hijos de don Antonio José “toñito” Gamboa y la señora Victoria de Gamboa, quienes vinieron al incipiente pueblo de El Tigre en la década de los 50, provenientes de Macareito. Del entonces territorio (hoy estado) Delta Amacuro, una región cuya economía depende de la pesca, agricultura, explotación de madera y la artesanía.
El joven “toñito” emigró hasta la mesa de Guanipa atraído por la explotación petrolera. Empero, nunca laboró para la industria del oro negro. Había urgencia por llevar la arepa a la casa, lo que lo impulsó a dedicarse a lo que sabía y conocía: la venta de verduras y hortalizas. Era el primer paso de un largo camino.
El matrimonio llegó provisionalmente a la calle Héctor Villegas dónde vivieron unos meses en la residencia de un primo de “toñito”, el señor Antonio López. Muy cerca de dónde funcionó el segundo mercado a cielo abierto del pueblo, frente a la bodega de Antonio “Barón” Rodríguez quien, a la sazón, fue fundador de la banda municipal y tocaba el Bajo. (Ese bajo forma parte del patrimonio histórico de la ciudad). Inmediatamente se incorporó a la venta de verduras y hortalizas.
En el primer año de arduo trabajo compró una casa en la calle Venezuela de Pueblo Ajuro, dónde actualmente viven sus descendientes. “Toñito” fue fundador del primer mercado formal en la avenida 5, el mercado de la calle Guevara Rojas y el de la calle Miranda. En este último, trabajo hasta que la muerte lo sorprendió el 25 de abril de 1995, a la edad de 76 años. Un hombre bueno e insigne trabajador. En la época que ejercí la Presidencia Municipal lo condecoré con la orden mérito al trabajo en su única clase. Mejor escogencia imposible. Honor a quien honor merece.
El matrimonio de Antonio “toñito” Gamboa y la señora Victoria procreó 6 hijos: Eduardo; Roseliano, supervisor petrolero; Germán, quien tiene 32 años trabajando en sede principal del banco Exterior en Caracas; Lizet, licenciada en Administración; y José Gervasio y Eliecer José quienes aparecen en la gráfica y continúan con el negocio que emprendió el padre hace más de 70 años – siempre con el puesto al interior del mercado y uno en la parte exterior.
La clientela, entre los que me cuento desde muy joven, se mantiene incólume. Incluso dicen con orgullo que han atendido y atienden varias generaciones. Es de destacar, también, que han venido adaptándose a la era digital con pago móvil y punto de venta. Es más, ya hay varios de sus descendientes preparándose para tomar el testigo y mantener la dinastía de los Gamboa, siempre presentes y vigentes en el mercado. Es una gran familia. Todos honestos y dignos trabajadores. De tal palo tal astilla.
Antonio “toñito” Gamboa dedicó toda su vida a la venta de verduras y hortalizas en los mercados de la ciudad. Fue un excelente padre de familia, gran trabajador, buen amigo y en síntesis un hombre bueno que merece junto a su distinguida esposa, Victoria, sus hijos y demás descendientes. Que no sólo mantienen sino que mantendrán la dinastía Gamboa en el mercado municipal. Y que cuando nuestros eximios cronistas decidan escribir la verdadera historia de esta ciudad, que surgió al calor de la industria petrolera en el 23 de febrero de 1933, los incluyan en el disco duro de nuestra memoria histórica ¡Vale la pena!
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