Magdaleno: El oficialismo debe restituir las garantías si quiere sobrevivir a largo plazo
El politólogo John Magdaleno recomendó esta semana al chavismo que si quiere mantenerse como opción política a largo plazo tiene que permitir la restitución de las garantías constitucionales de forma inmediata.
A este evento, sin embargo, Magdaleno, ale da pocas probabilidades de éxito y de hecho sugirió que el oficialismo está apuntando en la dirección contraria: el extremismo.
Durante un foro organizado por el MAS con motivo de su 49 aniversario y en el que se encontraba presente el diputado Francisco Torrealba, vocero de la fracción oficialista en la Asamblea Nacional, Magdaleno le dijo que entendía los esfuerzos por procurar espacios de diálogo y de negociación; sólo que la restitución de las garantías violadas dependía exclusivamente del oficialismo.
“¿La Mesa de Diálogo Nacional ha aportado algún logro para concluir que el camino pacífico, constitucional y democrático es el que debemos seguir?”, se preguntó.
“¿No será que al gobierno le conviene precisamente, incluyendo a la gente que está sentada en la Mesa de Diálogo, no ofrecer demasiadas restituciones de garantías? ¿No le convendrá al gobierno a la postre darle unos incentivos a la oposición extremista como para que sigan capitaneando la dirección política opositora? El problema es que el tiempo ahora ya no corre en contra de la oposición, sino también en contra del gobierno; en el contexto de las sanciones internacionales, y donde no es factible una reactivación económica”.
En estas condiciones, según Magdaleno, el malestar social va a continuar y se va a profundizar; que al margen de que el gobierno intente mantener algunos respaldos, el contexto en el que puede operar ahora es de muchas más restricciones y dificultades sistémicas; sin hablar de la caída del volumen de producción; puesto que el número de socios insatisfechos de la coalición dominante va a aumentar; teniendo presente que el desempeño del sistema va a perjudicar sus agendas e intereses.
Y advirtió: “Si el poder político no da señales claras de restituir garantías que han sido violadas, hay que examinar otro repertorio de opciones estratégicas; más allá de que no constituyan nuestra preferencia normativa. Es decir, todos esperamos un camino pacífico para la transición; un aterrizaje suave de ese avión. Yo lo deseo para mi país. Pero si el poder constituido se niega a restituir garantías que, sistemáticamente, viola; entonces los factores de oposición tienen que revaluar el repertorio de opciones que tienen al frente”.
Trajo a colación el caso de Brasil donde la transición hacia la democracia se inicia en el año 1974 en el medio de un régimen militar encabezado por el general Ernesto Geisel; también el caso de Polonia; cuando Tadeusz Mazowiecki, entonces primer ministro, fue el primer interesado en la restitución de garantías violadas en el año 1989.
“Las transiciones son mucho más fáciles cuando factores de la coalición dominante son los que estimulan la restitución de garantías. O como ocurrió en Sudáfrica. Si no hubiera existido un De Klerk, es decir, un reformista, difícilmente se produce una transición tan suave y tan pacífica, como se vio en este país. Pero, si no hay voluntad alguna de parte de la coalición dominante por la restitución de esas garantías, entonces el proceso se hace mucho más traumático”.
Transición a la democracia
-El desafío que tiene la oposición es estimular las condiciones para producir una transición a la democracia que implica la restitución de garantías civiles y políticas.
-Esto nos ha llevado a un grupo de investigadores desde hace tres años y medio a tratar de indagar cómo han sido las transiciones a la democracia en el mundo. (…) Desde 1900 hasta finales del año pasado ha habido no menos de 316 episodios de transición a la democracia, entre fallidos y exitosos, en 150 países. 120 de esos episodios se puede decir que han sido exitosos. Es decir, fueron transiciones que condujeron a la instalación de instituciones democráticas.
En ese sentido, a Magdaleno comentó que la democracia es una conquista precaria y cuya defensa debe hacerse permanentemente para evitar el caso Venezuela.
Oposición debe lograr una victoria política
-Ahora el gran desafío de la oposición sensata, que apuesta por un camino pacífico, electoral, constitucional y democrático, es ofrecer una victoria política. Una elección puede ser un instrumento para socavar las bases de respaldo del régimen autoritario. En 37 casos de 100 que hemos investigado, la oposición utilizó consciente, deliberadamente, la elección para propiciar una crisis indefinida para un régimen autoritario; que, ulteriormente, terminó produciendo una fractura de la coalición dominante, que felicitó la transición a la democracia.
En Venezuela tenemos un autoritarismo hegemónico con rasgos autoritarios y pinceladas sultanísticas
Magdaleno aseguró que el modelo político que se instaló en Venezuela es descrito en la literatura de las ciencias políticas como autoritarismo hegemónico, definido por seis criterios que Venezuela cumple en su totalidad.
-El primero es que estamos en presencia de un sistema político dominado por militares, extranjeros, jerarquías religiosas, oligarquías económicas o cualquier otro grupo poderoso. Segundo, existe una autoridad política reconocida; que asume la casi totalidad del poder político.
-Tercero, se reconoce algún grado de pluralismo político limitado: sólo los partidos o los candidatos que participan en el poder tienen posibilidad real de acceder a los cargos e instituciones públicas.
-Cuarto, las elecciones, si bien pueden ser pluralistas en alguna medida, excluyen a la oposición y, por tanto, no son competitivas. Quinto: los derechos y libertades son muy restrictivos y están sujetos, constantemente, a las amenazas de los poderes públicos.
-Sexto: determinados grupos étnicos, religiosos o regionales pueden verse relegados de los derechos civiles.
Magdaleno agregó a esta evaluación otros elementos registrados en la literatura académica.
-Hay un manejo, más o menos, neopatrimonial de los fondos públicos. Es decir, usted tiene un régimen complejo en Venezuela: un autoritarismo hegemónico, que es la columna vertebral, en mi opinión, con algunos rasgos totalitarios y algunas pinceladas sultanísticas.
Modalidades de transición
Magdaleno agregó que “importa mucho discutir cuál es la modalidad de transición a la democracia que ofrece mayores garantías hacia el futuro. Porque en Venezuela hay un germen autoritario que ha crecido a lo largo de estos 20 años”.
Indicó que en la teoría política se maneja el criterio de que una democracia se consolida cuando las reglas para seleccionar a las autoridades se convierten en las únicas normas aceptadas por todos los actores. Lo cual, a su juicio, no ocurre en Venezuela y es la médula del conflicto político en el país.
Al enfocar el tema de las modalidades de la transición hacia la democracia, Magdaleno manifestó que se manejan cuatro: la conversión o la reforma desde dentro del régimen autoritario; de la cual dijo que dudaba de que esto fuera factible. Luego está la modalidad de las transiciones cooperativas que serían las transiciones negociadas entre la oposición y el gobierno.
-Tercera modalidad de transición: el colapso, es decir, la desintegración del régimen no democrático; cuyo ejemplo clásico sería el de la antigua Unión Soviética, y la cuarta sería la intervención extranjera. Obviamente, la intervención extranjera es la más improbable de todas, entre otras cosas, porque la mayor parte de esas transiciones se dieron en la II Guerra Mundial, con algunos casos recientes como Grenada y Panamá; luego, supone unos costos muy elevados y unas condiciones difíciles de conseguir.