Abogado Arsenio Henríquez: Juan Pablo Guanipa y José Guerra someten al escarnio público al exgobernador David de Lima
El abogado Arsenio Henríquez considera que el ex gobernador del estado Anzoátegui David De Lima es víctima de una campaña de difamación e injuria; de un acto de descalificación y exposición al escarnio público por parte de los diputados de la Asamblea Nacional Juan Pablo Guanipa y José Guerra.
El abogado Arsenio Henríquez, quien actúa en defensa de David De Lima, indicó que De Lima es ex Constituyente y Jefe de la Comisión Legislativa que redactó la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) en vigencia desde el año 1999.
“Se trata aquí de un caso que podríamos calificar de Agavillamiento Continuado, público y notorio, donde se intenta desprestigiar a un ciudadano que cuenta con una trayectoria intachable no solo desde su condición de jurista y reconocido dirigente político; que desde su juventud ha emprendido la defensa de los derechos humanos y la justicia social como norte de la civilidad para nuestro país, sino por su acendrada y profunda condición humana, caracterizada en el ejercicio de la probidad y la honestidad como principios supremos para la convivencia en el marco de las sociedades civilizadas”.
“Es evidente – agregó – que en las pretendidas acciones, ya reiteradas, con premeditadas intenciones de causar daños morales y pecuniarios contra quien ha sido un ejemplar dirigente político que se formó en nuestra máxima casa de estudio (UCV) y que trascendió el camino del parlamentarismo y la legislación para dedicarse a la actividad privada; hoy, ante temerarias y mal intencionadas informaciones, se le pretende enlodar con el uso de calificativos de “ladrón y/o delincuente”, términos que revisten el carácter de delitos penales y en consecuencia obligan a quienes lo vociferan, con deliberado desparpajo y cinismo, a probar ante los órganos jurisdiccionales y los receptores de tales calificativos la verdad de esas afirmaciones”, reiteró el abogado Arsenio Henríquez.
“Naturalmente, estamos en presencia de un ejercicio atípico de la función política-legislativa y del carácter supremo que tienen los preceptos constitucionales, fundamentalmente en la responsabilidad que asumen los parlamentarios al ser electos por la ciudadanía, en observancia a su soberanía, lo que en ningún caso, le otorga una “patente de Corso” para pretender destruir la vida privada de los ciudadanos”, dijo Henríquez para concluir.