El socialismo del siglo 21: salvaje y criminal
“Libertad sin socialismo es privilegio e injusticia; socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad” Mijaíl Bakunin (1814 – 1876) Revolucionario ruso pequeñoburgués
Los ideólogos del socialismo del siglo 21 satanizaron al capitalismo al tildarlo de salvaje y voraz. En buena medida tenían y tienen razón. La política económica de gobiernos de extrema derecha no le coloca diques de contención a la voracidad de los grandes monopolios y oligopolios. “Más mercado y menos estado”, permitiendo que el pueblo quede a merced de los empresarios inescrupulosos. Empero, hay que permitir el libre mercado con reglas claras de juego. Libre empresa, respeto a la propiedad privada y controles flexibles, revisables y actualizables. Todo en el marco legal.
Es cuestión de ideologías. La extrema derecha aplica la política del sálvese quien pueda, mientras la socialdemocracia (centro derecha o centro izquierda) cree en el Estado Social de Derecho. Capitalismo con rostro humano. Experiencias buenas y malas existen. Lo importante es que nunca se esconden u ocultan sus intenciones. La ley de oferta y la demanda regulan la economía, pero hay que entender que el estado tiene que intervenir con la ley en la mano de forma transparente y efectiva. La burguesía mantiene la propiedad privada, pero la fuerza laboral tiene que ser bien remunerada, también. Es un sistema de equilibrios y bien equilibrado.
El caso que vivimos en actualmente en Venezuela es atípico. Tenemos un régimen usurpador que se declara de extrema izquierda y, sin lanzar o proclamar, un paquete neoliberal capitalista salvaje y criminal, lo permite sin intervenir. La frase atribuida al fisiócrata francés del siglo XVIII, Vicent de Gournay, regresó con el socialismo del siglo 21 y se practica impúdicamente desde el poder “Laissez faire et laissez passer” (Dejen hacer, dejen pasar, el mundo va solo) o sea al garete. El control de cambio está vigente y nadie lo respeta, las regulaciones de precio (Precios justos y acordados) continúan intactos en los papeles oficiales y nadie obliga a su cumplimiento. Es anarquía total.
En Venezuela la economía marcha sola, sin control y en medio de la anarquía hay una sola víctima: el pueblo. El socialismo del siglo 21, que no hay dudas está mimetizado, en una nueva versión económica: “socialismo salvaje y criminal” dónde la hiperinflación, la especulación y el desconcierto avanzan a paso de vencedores y el régimen usurpador se ausenta para dejar a la empobrecida población a merced del libre mercado. Es una especie de sálvese quien pueda.
En estos 21 años de socialismo del siglo 21, la pobreza creció y continúa creciendo aceleradamente y los más pobres son mucho más pobres. El resultado final del socialismo salvaje y criminal: pobreza crítica. Es una mezcla de injusticia, esclavitud y brutalidad ¿O no?
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