Milos Alcalay: El foro de Sao Paulo busca desestabilizar las democracias y el Grupo de Lima debe enfrentarlo
El embajador Milos Alcalay expresa la gran preocupación que había en torno a la existencia de un eje entre La Habana y Caracas como foco de exportación del modelo de la revolución bolivariana, constituyendo una amenaza para la América Latina. Los eventos que se han suscitado últimamente en la región demuestran que, organizados, pueden serlo.
“La respuesta debe ser una organización nueva; a nivel cumbre de presidentes democráticos de la región; que pueda enfrentar en forma global este problema; porque eso no se soluciona sólo ocupándose del tema de Bolivia o Ecuador o Colombia o Chile”, agrega el embajador Alcalay.
En la opinión pública se maneja la sospecha de que detrás de esas irrupciones sociales, que se han visto en Ecuador, Chile y, ahora Colombia, están los colectivos venezolanos, entrenados en Cuba. ¿Qué hay de cierto en esta circunstancia?
-Por supuesto que sí. En Caracas, hace seis meses, hubo una reunión durante bastante tiempo. Entonces, el Foro de Sao Paulo estaba caído, porque sus dirigentes: Lula preso, Dilma tuvo que renunciar; Lugo fue declarado inconstitucional; Rafael Correa, su mismo copartidario dijo que era una barbaridad lo que había hecho en materia de corrupción; lo mismo sucesivamente en varios países de la América Latina.
-Se reunieron en Caracas delegados de estos señores, y por escrito, no fue sólo por palabra, acordaron toda una estrategia para desestabilizar las democracias de la América Latina. Eso está escrito, eso no es conjetura. Evidentemente, ahí hay ese elemento: la desestabilización, poner el fuego, encender la chispa, y eso ha sucedido con Ecuador, con Perú, con Chile, con Bolivia, y apuntalar a la liberación de sus aliados: salida de Lula de la cárcel, buscando mecanismos no muy ortodoxos; el regreso de Cristina Kirchner. Es decir, toda una estrategia para desestabilizar.
-Por supuesto, que en democracia las manifestaciones se permiten, dependiendo de su magnitud en búsquedas de nuevas alternativas en cuanto a la solución de los problemas. Eso es normal en cualquier democracia, incluso, en los EEUU. Pero lo grave son todos los mecanismos radicales, llamados a desestabilizar a través de saqueos, a través de incendios, de destrucción y, lamentablemente, eso ha sido generado por una minoría, pero en una minoría que ha logrado suscitar un clima sumamente peligroso para la paz y la tranquilidad de los pueblos.
-En otros términos, yo diría que en la América Latina en la medida en que nos acercamos al año 2020, hay dos grandes tendencias, que es lo que se va a discutir: o el retorno de régimenes esta vez mucho más rígidos, más totalitarios, más aliados con el narcotráfico, más aliados con el terrorismo, y para lograrlo tienen que desestabilizar. Hoy es Colombia; dentro de una semana va a ser Brasil; posteriormente, van a ser los países de la América Central.
-O la permanencia de aquellos que creen en la democracia, que creen en el pluralismo, que creen que hay que respetar la Constitución y al mismo tiempo que aceptan que no son eternos. Que ellos pueden reconocer que si mañana hay una alternativa democrática distinta en Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, pues, bueno, esa es la esencia de la democracia: darle paso. No para mantenerse eternamente en el poder, como el caso de Cuba, el caso de Nicaragua, el caso de Venezuela y el caso de lo que quería Evo Morales.
-De manera que a lo largo del 2020 yo creo que vamos a tener ese debate muy claro: ¿cómo hacer que la democracia, el estado de derecho, de libertades; pueda prevalecer? Eso significa no solamente una democracia política, sino también una democracia social, una democracia que tiene ver con todos los elementos de un desarrollo sostenible. Y, luego, aquellos que quieren llegar al poder por la fuerza, por la desestabilización, que sería el grupo de Sao Paulo y el grupo de Pueblo. El Che Guevara hablaba en su época de fomentar varios Vietnam en la América Latina, que vino a ser la Teoría Focalista.
¿Usted cree que eso es lo que se está poniendo en práctica hoy en día?
-No, yo creo algo distinto. Creo que con el colapso de los países comunistas de Europa del Este, cuyo intento de socialismo resultó un fracaso por la ineficacia, por no darle a los ciudadanos la calidad de vida que ellos aspiraban; mientras que en Europa hay una calidad de vida superior, todo ese sistema colapsó; y ese colapso del sistema hizo que Cuba, que era el gran protagonista de esa tesis durante la época del Che Guevara, se diera cuenta de que no se llega al poder por vía de las guerrillas: el fracaso de las FARC; el fracaso del Farabundo Martí; el fracaso de los Sandinistas y de otros movimientos guerrilleros en la América Latina; sino por la vía “electoral”, pero una vez en el poder, no dejarlo.
-Es decir, algo parecido a lo que fue la estructura de la Europa del Este. En ese sentido, crearon el ALBA, ideologizaron el Mercosur, lo mismo que Unasur; trataron de resquebrajar a la OEA, pero no es lo mismo eso al foquismo. Lo que sí hay algo nuevo en el Foro de Sao Paulo es la desestabilización de la democracia. Porque en los países democráticos, que conforman el Grupo de Lima, han percibido que es necesario fortalecer la democracia en Venezuela, así como en todo el hemisferio, y eso implica el que los gobernantes democráticos puedan reunirse para enfrentar una estrategia clara de desestabilización.
Hay señalamientos de que en Cuba se están llevando a cabo entrenamientos, entre otros, a miembros de los colectivos venezolanos. ¿Qué piensa usted?
-Todos los gobernantes han sido bastante cautelosos en ese sentido, por el hecho, entre otras cosas, de que hay 5 millones de venezolanos en el extranjero. Algunos dicen: si hay alguna denuncia de venezolanos, donde pudieran estar involucrados, podría generar situaciones de chauvinismo, de rechazo a nuestros compatriotas; cuando de esos 5 millones es un grupo muy pequeño el que está, sin lugar a dudas, generando desestabilización.
-Pero en todos esos países se ha denunciado la presencia de intervenciones extranjeras. En el caso del Ecuador, en el caso de Bolivia, en el caso de Chile, se ha denunciado, y se ha visto en el caso de Colombia; de manera que ¿cuál es la extensión de esa formación de cuadros? No sé; pero lo que sí sé es que está inscrito el buscar desestabilizar las democracias, que ellos caricaturizan como parte del imperio en condición de marionetas. Pero que en el fondo son países que están buscando el desarrollo democrático y el desarrollo de libertades.
-O sea, hay una responsabilidad evidente, y cada vez más clara, porque se va haciendo como una especie de escalera: primero, en Ecuador, luego en Chile, en Bolivia, cada país, por supuesto, distinto, porque se trata de manipular realidades. Pero para generar un retorno a una mayoría. como lo fue el ALBA, donde ciertamente había una gran preocupación, t odo eso que se señalaba, de que había un eje entre La Habana y Caracas; como foco de exportación del modelo de la revolución bolivariana, era una amenaza para la América Latina y éstos eventos demuestran que, organizados, pueden ser una amenaza. La respuesta debe ser una organización nueva; a nivel cumbre de presidentes democráticos de la región, que pueda enfrentar en forma global este problema porque eso no se soluciona sólo ocupándose del tema de Bolivia o Ecuador o Colombia o Chile.
-Tiene que ser una estrategia integral en defensa de los principios y de los valores democráticos, y esto tiene que ser tema de todas las democracias de América Latina, con respaldo de las democracias de EEUU, Canadá y la Unión Europea.
¿Usted cree que la reacción del pueblo boliviano contra Evo Morales fue como un castigo por su intento de perpetuarse en el poder más que por un mal gobierno, puesto que Bolivia es la segunda economía en crecimiento en la América Latina?
-Sí, ese es un ejemplo muy importante el ver como en un momento determinado Bolivia había logrado, a través de una serie de situaciones económicas, un desarrollo positivo; pero, al mismo tiempo, ha apelado a la manipulación de los mecanismos de fraude electoral para mantenerse en el poder. Entonces, los que votaron por Evo Morales, por Rafael Correa… llegan un momento en que rechazan esa pretensión de esta gente de perpetuarse en el poder en forma fraudulenta.
-De modo que eso es lo que ha sucedido en Bolivia y otros países. Incluso, en Bolivia se votó en contra de que Evo Morales fuera a una nueva reelección, lo cual lo incumplió. Alegó que por una cuestión de derechos humanos, cuya defensa él la había asumido, con respecto al pueblo de Bolivia, se ponía por encima su derecho a la reelección que lo que habían decidido sus compatriotas en el plebiscito.
-Además de eso, estableció mecanismos de dominación que el pueblo boliviano rechazó, como el intento de fraude, cosa que no la denunciaron los mismos bolivianos, sino los representantes de la OEA, invitados por Evo Morales, pensando que con eso iban a acompañarlo en su intento de manipulación de los resultados, cuando ellos pudieron ver la extensión grave del hecho para permanecer en el poder.
-Lo cierto es que aquellos que podían en un momento determinado apoyar a Morales, al final quisieron buscar alternativas, y como son autócratas que se niegan a seguir el mandato de sus ciudadanos, pues pretendieron atrincherarse y eso produjo la crisis que estamos viendo hoy en Bolivia y que se han vivido en otros países también.
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