Petro envía carta a Maduro para rechazar privatización de Monómeros
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó este sábado 9 de noviembre su fuerte oposición a la privatización de la empresa Monómeros, situada en Barranquilla, en una carta enviada al mandatario venezolano Nicolás Maduro.
Petro se mostró preocupado por la decisión del ministro de Industria y Producción Nacional de Venezuela, Alex Saab, de vender la compañía, alertando sobre las posibles consecuencias adversas para la región.
Monómeros, una empresa petroquímica binacional que ha operado por más de cinco décadas, ha jugado un papel crucial en la economía agrícola de Colombia y Venezuela. Petro argumenta que esta entidad ha proporcionado insumos esenciales como la urea a precios accesibles, beneficiando a millones de agricultores y asegurando la productividad de las tierras agrícolas. «La privatización y venta de Monómeros implicará el encarecimiento de los productos primarios agrícolas en nuestros países,» escribió Petro, destacando el riesgo de dependencia de productos extranjeros y la volatilidad del mercado internacional.
La carta de Petro subraya la importancia de Monómeros en la soberanía alimentaria y en la vida de muchas familias en ambos países. «Actualmente, la comercialización de Urea de Monómeros les garantiza a millones de familias venezolanas y colombianas la productividad de sus tierras. Asimismo, les asegura ingresos suficientes para tener una vida digna», se lee en el documento. La venta de esta empresa, según el presidente colombiano, podría desencadenar una crisis alimentaria en la región.
Petro también recordó un intento previo de privatización durante la administración de Iván Duque, que ahora ve repetido en la gestión de Saab. «Ya lo intentó insanamente el Dapre de Duque, ahora repite el ministro Saab», publicó Petro en su cuenta de X, enfatizando la recurrencia de esta política.
En su misiva, Petro insta a Maduro a detener el proceso de venta, argumentando que Monómeros debe seguir siendo un pilar para el desarrollo agrícola y económico de la región. La carta no solo es un pedido de reconsideración sino también una invitación al diálogo para encontrar soluciones que beneficien a ambos países sin comprometer el bienestar de sus ciudadanos.