Lara: excarcelado todavía tiene pesadillas y llora de repente
Sandro Rodríguez tiene 25 años y fue uno de los presos políticos liberados entre el 16 y 17 de noviembre. Han pasado pocos días y todavía no ha podido superar el tiempo que estuvo tras las rejas de Tocuyito, siendo inocente.
Así lo expresó su madre, Mireya González en conversación con El Pitazo.
Aquel 16 de noviembre, a las 2:30 de la tarde recibió la llamada de su hijo, quien le dijo que saldría en libertad y que le llevara ropa. «De la emoción, cuando él me llamó y se me acercó todo el mundo, se me bajó el azúcar», contó Mireya el 18 de noviembre en una entrevista vía telefónica con el medio web.
En un video compartido en redes sociales se observa cómo otros familiares cargaron a Mireya y la sentaron en una silla para auxiliarla tras desmayarse.
Una hora después, cuando los detenidos se cambiaron de ropa, Mireya abrazó a su hijo con lágrimas en los ojos y le dijo: «Te amo, hijo. Te amo. Estás con mamá, mamá te ama, mi amor».
Mireya recordó que en varias ocasiones denunció públicamente que su hijo era obligado a comer alimentos con gusanos. Tras su regreso a casa, confirmó que Sandro perdió 16 kilogramos durante su tiempo en prisión.
«Esos niños están destrozados por las humillaciones y las cosas que les hicieron allá. Yo no le he querido hablar mucho para que no se deprima (…). Hay veces que todavía se sienta a llorar. La primera noche en casa estuve pendiente porque brincaba mucho dormido en la cama».