Acoso escolar en Venezuela: Un problema silencioso que afecta a un tercio de los estudiantes
En Venezuela, el acoso escolar se ha convertido en una sombra que oscurece el desarrollo de uno de cada tres niños, niñas y adolescentes. Este fenómeno, que según Alicia Guzmán, representante de Aldeas Infantiles SOS Venezuela, consiste en la «intención de causar daño a otra persona de forma reiterada, por medio del abuso del poder», tiene repercusiones profundas en la salud mental y en el rendimiento académico de las víctimas.
Durante una intervención en Radio Fe y Alegría Noticias, la abogada Guzmán detalló que los acosadores suelen tener una posición de superioridad sobre sus víctimas. “Generalmente, los niños acosadores tienen más poder sobre el otro”, indicó, explicando que esto se debe a diferencias de edad o grado escolar. El escenario habitual es el entorno escolar, aunque el ciberacoso también comienza a ser una preocupación creciente dentro de las instituciones educativas.
Las víctimas del acoso suelen ser individuos con características que los hacen destacar, como ser tímidos, introvertidos o tener particularidades físicas o de comportamiento. Estos niños y niñas tienden a aislarse, sus calificaciones descienden, y desarrollan un miedo palpable hacia la escuela. La comunicación entre padres e hijos se vuelve crucial para identificar estos cambios. Los padres deben ser capaces de identificar los cambios de comportamiento, subrayó Guzmán, sugiriendo que observar las reacciones de los hijos ante la escuela es vital.
Alicia Guzmán también abordó el complejo ciclo del abuso donde muchos acosadores fueron víctimas en el pasado, ya sea en el entorno escolar o dentro de sus hogares. «La mayoría de los acosadores, en algún momento fueron abusados», mencionó, resaltando la necesidad de intervenciones que no solo protejan a las víctimas sino que también rehabiliten a los abusadores. Sin embargo, no todos los abusadores siguen este patrón, lo cual complica aún más la dinámica del acoso.
Por último, el papel de los espectadores en estos episodios de acoso no debe subestimarse. A menudo, el acoso se convierte en un espectáculo con público que, por miedo o por diversión, no interviene. En algunos casos los espectadores tienen miedo de convertirse en víctimas y por eso no denuncian, explicó Guzmán, añadiendo que otros simplemente disfrutan del sufrimiento ajeno. La importancia de la acción comunitaria y familiar se resalta como esencial para la resolución y prevención de este problema, con mecanismos como los Consejos de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, donde los padres pueden buscar apoyo y justicia para sus hijos.