Consejo de Seguridad muestra “fuerte preocupación” por cascos azules tras ataques israelíes
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas expresó el lunes su “fuerte preocupación” después de que Israel disparase e hiriese a varios cascos azules de la ONU en el sur de Líbano, donde se han intensificado los combates. El consejo reiteró su apoyo a la misión de las fuerzas de paz de mantener la seguridad en la región.
Era el primer comunicado del organismo más poderoso de la ONU desde que comenzaron los ataques israelíes a las posiciones de la misión de paz conocida como UNIFIL la semana pasada, y que provocaron una condena internacional.
El responsable de las fuerzas de paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, dijo a periodistas que el secretario general, António Guterres, había confirmado el lunes que los cascos azules permanecerán en todas sus posiciones a pesar de que Israel les ha instado a irse 5 kilómetros (3 millas) más al norte ante su invasión terrestre en Líbano.
Israel ha ido escalando su campaña contra Hezbollah en Líbano en una zona de separación trazada por la ONU junto a la frontera de los dos países. Los dos bandos cruzan ataques desde que el grupo político y militar con apoyo iraní empezó a lanzar cohetes hace un año en solidaridad con su aliado Hamás en Gaza. Los letales ataques de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023 desencadenaron la guerra.
El comunicado del Consejo de Seguridad, emitido tras una reunión de emergencia sobre Líbano celebrada a puerta cerrada, no mencionó por su nombre a Israel, Líbano ni Hezbollah. El texto leído por el embajador suizo ante la ONU, Pascale Baeriswyl, actual presidente del consejo, instaba a todos los bandos a “respetar la seguridad del personal de UNIFIL y las instalaciones de la ONU”.
El Consejo de Seguridad de 15 miembros se ha visto muy dividido por la guerra en Gaza. Estados Unidos defiende a su aliado Israel al tiempo que crece el apoyo a los palestinos entre los demás miembros, y mientras sube la cifra de muertos. El gobierno de Biden se ha vuelto más crítico con las muertes civiles y con los recientes ataques a UNIFIL.
El viceembajador estadounidense, Robert Wood, dijo a los periodistas que “es bueno que el consejo pueda hablar con una voz sobre lo que piensa todo el mundo en todo el mundo ahora mismo, y es la situación en Líbano”.
El comunicado del mensaje enviaba un mensaje al pueblo libanés de que “al consejo le importa, que el consejo sigue este asunto y que el consejo habla hoy con una sola voz”, dijo Wood.
Los miembros del consejo también expresaron su “profunda preocupación” por las bajas y el sufrimiento de los civiles, la destrucción de infraestructura civil y el creciente número de desplazados internos.
Más de 1.400 personas en Líbano, incluidos civiles, médicos y combatientes de Hezbollah, han muerto, y 1,2 millones se han visto desplazadas en el último mes. Unos 60 israelíes han muerto en ataques de Hezbollah en el último año. Israel dice que quiere alejar al grupo armado de la frontera para que unos 60.000 israelíes desplazados puedan volver a sus hogares.
El comunicado del Consejo de Seguridad pidió a todas las partes que cumplan el derecho internacional humanitario, que requiere proteger a los civiles.
Los miembros del consejo también pidieron la aplicación plena de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que puso fin a la guerra entre Israel y Hezbollah en 2006 “y reconocía la necesidad de más medidas prácticas para alcanzar ese objetivo”.
La resolución pide un despliegue del Ejército libanés en el sur y el desarme de todos los grupos armados, incluidos Hezbollah. Ninguna de las dos cosas ha ocurrido en los últimos 18 años.
Lacroix, subsecretario general para operaciones de paz, dijo a la prensa tras informar en privado al Consejo de Seguridad que cinco soldados de UNIFIL han resultado heridos en los últimos días, y que la ONU ha protestado a Israel.
Israel ha dicho que “se harán investigaciones referentes a algunos de estos incidentes (…) y veremos qué sale de esto”, dijo.
El teniente coronel Nadav Shoshani, vocero del Ejército israelí, afirmó el domingo que Israel ha intentado mantener el contacto con UNIFIL y que cualquier situación en la que las fuerzas de la ONU resulten lastimadas se investigará “al más alto nivel”.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha dicho a UNIFIL que acate las advertencias israelíes de evacuar y les acusa de “proporcionar un escudo humano” a Hezbollah.
“Lamentamos las heridas de soldados de UNIFIL y hacemos todo lo que está en nuestro poder para prevenir este daño. Pero la forma sencilla y evidente de asegurarlo es simplemente que salgan de la zona de peligro”, dijo el domingo en un mensaje en video dirigido al secretario general de la ONU, al que se ha prohibido la entrada en Israel.
Lacroix recalcó el lunes que todas las partes tienen una responsabilidad de asegurar la seguridad de las fuerzas de paz.
También dijo que era importante que los cascos azules se quedaran en sus puestos “porque todos esperamos que haya un regreso a la mesa de negociaciones, y que finalmente haya un esfuerzo real de aplicar por completo la resolución 1701”.