Yván Gil denunció en la ONU «campaña fascista de desinformación» contra Venezuela
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, denunció este miércoles, en su discurso ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, que varios países emprendieron «una campaña fascista de desinformación» en este espacio en contra del Gobierno de Nicolás Maduro, al que le han exigido mayor transparencia electoral.
«Se ha alimentado, desde esta tribuna, esa campaña fascista y de desinformación contra nuestro país. El Gobierno de Estados Unidos, y sus Gobiernos satélite y serviles, se han dedicado a mentir, atacar y amenazar a nuestro pueblo desde este recinto que es símbolo de paz y entendimiento, intentando imponer una falsa narrativa», sostuvo el canciller.
En este sentido, acusó a Washington de estar «al frente de esta gigantesca operación», en alusión al cuestionamiento internacional que ha recibido la reelección de Maduro en las presidenciales del 28 de julio, que no ha sido reconocida por numerosos países y es señalada de fraudulenta por el mayor bloque opositor, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
«Washington ha puesto en marcha un experimento que busca destruir nuestra soberanía, independencia, (…) con un gran plan de recolonización que busca destruir nuestra república», remarcó el ministro, quien aseveró que Venezuela ha perdido 642.000 millones de dólares (unos 576.740 millones de euros) debido a las sanciones impuestas por EE.UU. en los últimos siete años.
Sobre las presidenciales, destacó que los venezolanos pudieron «elegir con plenas garantías al jefe de Estado» y que Maduro «resultó reelecto con un apoyo claro y contundente», si bien el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha publicado los resultados desagregados que confirmen esta victoria, pese a que debía hacerlo hace varias semanas, según su propia normativa.
Gil dijo que la PUD -que asegura que su abanderado, Edmundo González Urrutia, ganó los comicios- «apeló una vez más al desconocimiento de las leyes» al denunciar fraude, y la responsabilizó por la «violencia criminal» desatada tras las elecciones, que incluyó protestas callejeras y detenciones masivas.
Además, reiteró que desde Estados Unidos «se planifican ataques terroristas» contra Venezuela, así como «incursiones mercenarias» para «asesinar» a Maduro y a otros altos funcionarios del Ejecutivo chavista.
«En las próximas semanas nuestro Gobierno presentará más pruebas de lo ocurrido, mucho más contundentes, las cuales sorprenderán al mundo», añadió el canciller, tras recordar que las autoridades detuvieron recientemente a extranjeros -cuatro estadounidenses, dos españoles y un checo- por una supuesta operación terrorista.