Plan de deportación de migrantes que cruzan el Darién se aplazará por meses
El Gobierno panameño informó que el plan de repatriación y deportación masiva de migrantes que llegan desde Colombia a través del peligroso tapón del Darién se retrasará por varios meses. Roger Mojica, director de Migración del Gobierno panameño, señaló que los primeros vuelos podrían comenzar en dos o tres meses, siempre y cuando se obtenga el consentimiento de los migrantes, así lo reportó Europa Press.
Este plan se sustenta en un memorando de entendimiento firmado entre Panamá y Estados Unidos hace unas dos semanas. Sin embargo, para repatriar a un migrante es necesario contar con su autorización, lo cual complica el proceso. Además, Estados Unidos tampoco está listo para iniciar las repatriaciones de manera inmediata. Mojica explicó que las autoridades estadounidenses solicitaron un tiempo adicional para realizar las contrataciones necesarias.
La mayoría de los migrantes que cruzan la selva del Darién lo hacen con la intención de llegar a Estados Unidos, aunque muchos cambian de opinión tras enfrentar las duras condiciones de la travesía. Mojica destacó que, al llegar a Bajo Chiquito, el primer poblado tras varios días de caminata, muchos migrantes expresan su deseo de regresar a sus países de origen, arrepentidos de haber iniciado el peligroso viaje.
Otro factor que contribuye al retraso del plan de repatriación es la necesidad de coordinarse diplomáticamente con los países de destino de los migrantes. Según Mojica, aunque Panamá tiene buenas relaciones con Costa Rica, cada caso depende del proceso específico de cada país. Además, aún se debe determinar dónde estarán alojados los migrantes antes de su repatriación y quién cubrirá los gastos asociados. Mojica opinó que Estados Unidos debería asumir estos costos, ya que Panamá invierte alrededor de 100 millones de dólares anuales en la gestión de migrantes.
En lo que va del año, se han registrado 213,702 llegadas de migrantes, 9,000 menos que el año anterior. Solo en julio, 12,632 migrantes llegaron a través de la selva del Darién. Este flujo migratorio varía según las condiciones meteorológicas y la situación en países como Venezuela y Ecuador. Para controlar el acceso, Panamá ha instalado una cerca en la selva que limita los puntos de entrada utilizados por el crimen organizado.
Mojica también expresó su gran preocupación por las consecuencias ecológicas de los flujos migratorios en la selva del Darién. Comentó que el impacto devastador en los bosques y ríos es alarmante, ya que cada migrante deja un promedio de 2.2 kilos de basura y contamina las fuentes de agua utilizadas por las comunidades indígenas locales. Por ello, hizo un llamado a la comunidad internacional para que colabore en mitigar el daño ambiental sufrido por este vital ecosistema.