Cayó narco vinculado al jefe del Tren de Aragua en Colombia
Juan Antonio Gil Díaz, un narcotraficante venezolano que exportaba cocaína, armas y explosivos y señalado de ser socio del líder del ‘Tren de Aragua’, fue capturado por las autoridades colombianas en una operación en el departamento de Cundinamarca, del que Bogotá es capital, informaron este martes fuentes castrenses.
«Ubicamos al ‘narcotraficante invisible’ Juan Antonio Gil Díaz, alias ‘Toño’, socio del máximo líder del ‘Tren de Aragua’ y principal proveedor de armas y explosivos de esa organización criminal», informó por redes sociales el director de la Policía, el general William Salamanca Ramírez.
El detenido fue ubicado por la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) y la Policía mientras construía una hacienda de su propiedad en la localidad de Paratebueno.
Según la información de la FAC, también se logró la incautación de 8 pistolas, 17 proveedores, 206 balas, 7 radios satelitales, 40 millones de pesos colombianos (10.300 dólares) y 3.200 dólares en efectivo.
Gil, que fue detenido junto a otros cuatro venezolanos miembros que supuestamente hacen parte de esta organización, era buscado en más de 190 países y tenía una circular roja de la INTERPOL por los delitos de tráfico de estupefacientes y concierto para delinquir.
Este, presuntamente, coordinaba envíos de drogas, a través del uso de semisumergibles y pistas clandestinas, desde Venezuela hacia islas del Caribe, de las que salían con destino a Europa.
También se le señala de ser socio del líder del ‘Tren de Aragua’, Héctor Guerrero, también conocido como ‘Niño Guerrero’, y de ser el principal proveedor de drogas, armas y explosivos de esta organización.
Por esta búsqueda, Gil se trasladó a Colombia «con el fin de evadir a las autoridades, radicándose en el departamento de Meta, donde construyó un complejo recreacional», agregó la información.
El Tren de Aragua es una organización criminal transnacional originaria de Venezuela, considerada la banda más poderosa del país y dedicada a ejecutar asesinatos, extorsiones, secuestros, tráfico y trata de personas, entre otros delitos.
Desde 2018, el grupo se expandió rápidamente por el continente americano a lo largo de la ruta que recorren los migrantes venezolanos y se sabe que opera en ciudades de Colombia, Perú, Chile y otros países.