Alex Saab quedó absuelto por presunto lavado de activos en Colombia
El empresario barranquillero Alex Saab fue absuelto en primera instancia por un juzgado especializado en Colombia, según informó el diario El Espectador.
Saab, señalado por las autoridades estadounidenses de ser presunto testaferro del presidente Nicolás Maduro, fue acusado de usar su empresa Shatex para realizar importaciones y exportaciones ficticias por más de 25.000 millones de pesos colombianos.
La Fiscalía General de la Nación presentó cargos contra Saab por estafa agravada y exportación ilegal. Sin embargo, el juez determinó que no se logró comprobar estas acusaciones durante el juicio. Los informes periciales presentados por la defensa demostraron que Shatex cumplió con todas las regulaciones colombianas al reportar sus operaciones de comercio exterior.
En 2019, durante la audiencia de imputación de cargos, la Fiscalía argumentó que Saab había manipulado registros financieros para lavar $25.000 millones a través de exportaciones ficticias. Según la acusación, estos fondos habrían ingresado desde Venezuela en 2007 y fueron transferidos a cuentas de empresas fantasma en el exterior.
Las pruebas de la Fiscalía incluían un informe de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de 2018. Este informe alegaba que Alex y Amir Saab Morán crearon empresas fachada para lavar activos mediante operaciones ficticias. Se mencionó un crecimiento inusual de Shatex entre 2007 y 2009, que aumentó un 923% de 2006 a 2007, lo cual la Fiscalía consideró sospechoso.
En la audiencia de alegatos finales, el abogado de Saab, Camilo Bocanegra Bernal, sostuvo que la Fiscalía no había presentado pruebas suficientes. “La Fiscalía ha quedado en déficit probatorio frente a su estrado judicial, y esta defensa cumplió todas y cada una de sus promesas probatorias. Por lo que, desde ya pido a este estrado judicial que el fallo sea de absolutorio por todos y cada uno de los delitos por los que el señor Saab fue convocado a juicio penal”, afirmó Bocanegra.
La defensa también refutó las acusaciones de “doble contabilidad” y “empresa de papel”, argumentando que no se ajustaban a la definición legal de lavado de activos. Los peritos de la defensa demostraron que las operaciones de importación de Shatex correspondían al comportamiento típico del mercado de confecciones, desmintiendo la teoría de la Fiscalía sobre actividades comerciales irregulares.