Ejército israelí reitera a palestinos que no deben volver al norte de Gaza
El ejército israelí reiteró el lunes sus advertencias de que los palestinos en Gaza no regresen al maltrecho norte del territorio, al día siguiente de responsables hospitalarios en Gaza dijeran que cinco personas habían muerto cuando una multitud de residentes desplazados intentó llegar a sus hogares en la zona devastada por la guerra.
El norte de Gaza fue un objetivo inicial de la guerra de Israel contra Hamás y buena parte de la región ha quedado arrasada, lo que obligó a muchos de sus habitantes a huir al sur. Aunque se estima que unas 250.000 personas siguen viviendo en el norte, el ejército israelí ha impedido que la mayoría de los desplazados regresen durante los seis meses de guerra, con el argumento de que es una zona de combate, reportó AP News.
El ejército ha reducido el número de tropas que tiene en el enclave y dice haber aflojado el control de Hamás sobre el norte, aunque Israel sigue realizando bombardeos y operaciones dirigidas en la zona contra lo que describe como milicianos que intentan reorganizarse. El caso más notable fue la incursión de dos semanas en el principal hospital de Gaza, Shifa, que ha quedado en ruinas tras los combates y el asalto registrados durante el mes pasado.
El vocero militar israelí Avichay Adraee escribió en X, antes Twitter, que los palestinos deben quedarse en el sur de Gaza, donde se les ha dicho que se refugien, porque el norte es una “zona peligrosa de combate”.
La gente pareció acatar la nueva advertencia, especialmente tras la violencia del domingo.
Responsables hospitalarios en Gaza dijeron que fuerzas israelíes habían matado a cinco personas que intentaban viajar a sus casas en el norte. Los cuerpos fueron trasladados al hospital de Awda, en el campamento urbano de Nuseirat, en el centro de Gaza, según registros hospitalarios. Otros 54 resultaron heridos en el incidente, según los documentos.
El ejército israelí no hizo comentarios inmediatos y las circunstancias de las muertes no estaban claras por el momento.
Anaam Mohammad, que se vio desplazada de la ciudad norteña de Beit Hanoun y trataba de regresar, dijo que el ejército permitía pasar a mujeres y niños, pero cuando un grupo de palestinos no dejó espacio para que pasaran, llegaron dos tanques y abrieron fuego. Las tropas también arrojaron bombas de humo para dispersar a la gente.
“La gente empezó a salir corriendo. La gente tenía miedo y no podía correr el riesgo y entrar en una zona peligrosa”, dijo.
Antes de la violencia del domingo, una multitud abarrotó una carretera costera y se dirigió al norte a pie y en carros tirados por burros. Algunos dijeron que habían decidido emprender el peligroso viaje porque estaban hartos de las difíciles condiciones en las que se veían obligados a vivir tras verse desplazados.
“Queremos nuestros hogares. Queremos nuestras vidas. Queremos regresar, tanto con tregua como sin tregua”, dijo Um Nidhal Khatab, desplazado del norte.
El norte de Gaza y el regreso de su población es un tema de fricción clave entre Israel y Hamás en las negociaciones abiertas para buscar un cese al fuego a cambio de la liberación de rehenes tomados por el grupo armado. Israel quiere tratar de retrasar el regreso de los residentes para impedir que los milicianos se reagrupen en el norte, mientras que Hamás dice que quiere que la gente pueda volver libremente.
La guerra se ha cobrado un enorme precio sobre los civiles en Gaza y la mayoría de los 2,3 millones de gazatíes se han visto desplazados por los combates y viven en condiciones precarias, con poca comida, a menudo en carpas y sin un final a la vista para su miseria. Gran parte del paisaje urbano ha quedado dañado o destruido, de modo que muchos palestinos desplazados no tienen a dónde volver.
Seis meses de combates en Gaza han sumido al pequeño territorio palestino en una crisis humanitaria y más de un millón de personas están al borde de la inanición.
Se cree que la hambruna es inminente en el afectado norte del enclave, donde los combates han complicado la llegada a ayuda. Israel ha abierto un nuevo paso para los camiones de ayuda en el norte dentro de un incremento de las entregas al asediado enclave. Sin embargo, Naciones Unidas dice que el aumento de la ayuda no se percibe en Gaza debido a las persistentes dificultades para distribuirla.
La agencia alimentaria de Naciones Unidas dijo el lunes que había logrado llevar combustible y harina de trigo a una panadería en la aislada Ciudad de Gaza, en el norte, por primera vez desde que comenzó la guerra.
El conflicto comenzó el 7 de octubre cuando Hamás mató a 1.200 israelíes, en su mayoría civiles, en una incursión sorpresa en el sur de Israel. Los milicianos tomaron como rehenes a unas 250 personas y se las llevaron a Gaza. Unas 100 personas fueron liberadas durante un acuerdo en noviembre, lo que dejaba unos 130 cautivos, aunque Israel estima que en torno a un cuarto de ellos ha muerto.
Los bombardeos y ofensivas terrestres israelíes en Gaza han matado a más de 33.700 palestinos y herido a unos 76.200, según el Ministerio de Salud de Gaza. El ministerio no diferencia entre civiles y combatientes en su conteo, aunque dice que las mujeres y los niños suponen dos tercios de los muertos.
Israel dice que ha matado a unos 12.000 milicianos en la guerra, pero no ha presentado pruebas para respaldar la afirmación.