Relator ONU sobre alimentación debe visitar comedores de cárceles y colegios
Tras el anuncio de la visita del relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri a Venezuela, la Dra. Marianella Herrera, médico con postgrado en nutrición clínica de la Universidad Simón Bolívar y miembro del Observatorio Venezolano de la Salud, explicó que este debe monitorear en qué estado se encuentran los comedores de las cárceles y colegios en el país.
En entrevista concedida a Unión Radio, explicó que el objetivo fundamental de la visita es verificar el derecho a la alimentación: «Ese proceso de verificación pasa por distintas fases y debe constatar en qué estado están los espacios de comedores de las cárceles, los comedores escolares y si en las escuelas se cumple el Programa de Alimentación Escolar, así como el funcionamiento de las casas de alimentación».
Herrera destacó la importancia de esta visita, ya que en Venezuela no existe una evaluación a estos programas que es algo totalmente normal en cualquier país.
Refirió a los últimos datos de HumVenezuela y dijo que Fakhri se encontrará con una realidad disonante porque en el país hay dos realidades:
«Es un panorama bastante difícil desde el punto de vista alimentario-nutricional porque 70 % de la población, según el último reporte de HumVenezuela está en estado crítico; y que más del 60 % ha tenido que aplicar estrategias de sobrevivencia para poder comer. Si logran comer es porque sacrifican otras necesidades también importantes», sostuvo. «Cuando analizamos la línea de pobreza, literalmente todo el mundo está pobre porque ni siquiera el pequeño grupo que percibe buenos ingresos está exento de tener alguna carencia en cuanto a salud, vivienda, ropa, alimentació y servicios públicos porque hay severos problemas para el acceso a las condiciones de la vivienda. Allí te das cuenta de la precariedad que existe».
El hambre como negocio en las cárceles
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) ha denunciado durante años, las condiciones en las que se encuentran los privados de libertad en los recintos penales y centros de detención preventiva en el país, siendo el hambre y la desnutrición una de las más recurrentes.
La ONG señaló en febrero de 2023 que arroz o arepa sin acompañante, granos o el agua de la pasta, es el menú de los privados de libertad en las cárceles venezolanas.
“Seguimos pasando hambre, seguimos con compañeros con cuadros severos de desnutrición, con enfermos y sin ningún tipo de atención médica. Hasta ahora no hay una respuesta o una mejoría”, expresan algunos presos que fueron consultados por el equipo del OVP.
Denunciaron al OVP que frecuentemente ven llegar camiones con alimentos, incluida la proteína, pero que no la reciben. Solo comen bien cuando sus familiares les llevan o compran la comida dentro del penal, una práctica común en estos centros, donde un plato puede tener un costo de entre 5 y 10 dólares.
“No todos tenemos dinero para pagar una comida todos los días y la alimentación a través de nuestros familiares es cuando tenemos acceso a la visita, que puede ser dos veces al mes».