Kapé Kapé reporta 30 muertos por derrumbe en mina «Bulla Loca» y no 16 como dijo Maduro
El reciente derrumbe en la mina Bulla Loca del estado Bolívar, Venezuela, que dejó un saldo de al menos 30 muertos y 100 desaparecidos, ilustra la crisis ambiental y social que acompaña a la minería ilegal en el país, especialmente en regiones habitadas por comunidades indígenas.
Autoridades indígenas de la zona han reportado el fallecimiento de 3 indígenas: Daniel Willian, pemón de la comunidad Casabe, Niomar González, pemón de la comunidad Casabe y Reinaldo Lezama, siriana de la comunidad Arutani.
Situación de las comunidades Indígenas
Las comunidades indígenas en Venezuela, como los pemón, piaroa, ye’kwana y sanemá, entre otras, están directamente afectadas por la minería ilegal.
La actividad minera contamina las fuentes de agua con mercurio, sedimentos y otros químicos, poniendo en riesgo la salud de las comunidades y la fauna local.
La deforestación masiva para la explotación minera genera erosión del suelo, pérdida de biodiversidad y afectación del clima local.
Una crisis con impacto social
Además de la contaminación y la deforestación, las comunidades indígenas experimentan problemas relacionados con la disrupción de sus sistemas socioeconómicos y culturales.
Las comunidades indígenas se ven desplazadas de sus territorios ancestrales, con la consecuente pérdida de su cultura y tradiciones.
La actividad minera ilegal atrae grupos armados y genera violencia, inseguridad y explotación laboral.
Adicionalmente, las precarias condiciones de trabajo en las minas ponen en riesgo la vida y la salud de los mineros, tal y como una vez más quedó evidenciado en este accidente.
A raíz del accidente, el presidente Nicolás Maduro ordenó una investigación exhaustiva para determinar las causas del derrumbe y ha anunciado medidas para fortalecer la seguridad en las minas del país.
Nota de prensa.