El bloque Stabroek, la joya de la corona de Guyana
Guyana, un pequeño país sudamericano, está experimentando un despertar petrolero sin precedentes, marcando el mayor crecimiento económico a nivel mundial. El bloque Stabroek, un territorio de 28.600 kilómetros cuadrados, es la joya de la corona de Guyana y ha llevado a la nación a erigirse como la de mayor aumento porcentual de su PIB, según el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Este auge se debe al consorcio internacional que opera en Stabroek, liderado por ExxonMobil con el 45% de las acciones, Hess Guyana Exploration con el 30%, y la China National Offshore Oil Corporation Petroleum Guyana con el 25%. A pesar de las advertencias del gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, la producción en Stabroek ha aumentado a 640.000 barriles por día, representando un impresionante incremento del 68% en comparación con el año anterior, y se prevé llegar a más de 1,2 millones de barriles diarios para el 2027.
Mientras Guyana prospera, Venezuela, antaño líder mundial en producción de hidrocarburos, enfrenta una crisis en su industria petrolera. La producción venezolana ronda los 800.000 barriles diarios, y la nación sudamericana lucha por atraer nuevos inversores debido a la falta de condiciones democráticas y legales estables. La industria petrolera venezolana ha sufrido en las últimas dos décadas debido a despidos masivos, estatización, falta de mantenimiento, sanciones económicas y corrupción.
A pesar de que PDVSA afirma tener las mayores reservas de crudo del mundo, la realidad es que la producción venezolana refleja un «descalabro económico monumental», según declaraciones de Gilberto Morillo, ex gerente de planificación financiera de PDVSA, a VOA. Venezuela carece del atractivo legal y estabilidad política para atraer inversionistas, y su industria petrolera sigue maltrecha.
La disputa territorial entre Guyana y Venezuela se intensifica, ya que ExxonMobil planea perforar frente a las costas del Esequibo, un territorio de 159.000 kilómetros cuadrados en disputa desde el siglo XIX. Aunque Maduro y el presidente guyanés, Irfaan Ali, firmaron un acuerdo en diciembre para no usar la fuerza en la disputa, las tensiones persisten. Alistair Routledge, presidente de ExxonMobil, anunció la perforación de dos nuevos pozos cerca de aguas territoriales venezolanas, generando una respuesta contundente de Maduro.
Mientras Guyana busca convertirse en un actor clave en la industria petrolera, la incertidumbre persiste en la región, con el Esequibo como epicentro de la tensión. La comunidad internacional observa de cerca cómo estos dos países enfrentan sus realidades petroleras y territoriales.